Hijos echan a sus padres de la casa

Una cantidad importante de adultos mayores son abandonados por sus hijos en plena calle: los sacan de la casa una vez que el padre les dona la casa en vida, reconoció Yoselin Márquez Díaz, coordinadora de Atención del Adulto Mayor del DIF Estatal.

Dijo que han sido varios casos los que se han atendido en este y otros años de personas mayores que acuden a pedir "ayuda" al DIF porque alguno de sus hijos los acaba de echar de la casa y no tienen dónde dormir.

Márquez Díaz aclaró que lamentablemente éstos adultos mayores donaron en vida su casa a uno de sus hijos y éstos, al sentir la propiedad suya, corren de la casa a su padre porque les representa una carga.

Sin embargo cuando los papás, adultos mayores, llegan al DIF a pedir ayuda, por lo general no van para solicitar apoyo legal para recuperar su vivienda, sino para pedir apoyo para encontrar un lugar donde vivir, ya sea una institución o en cualquier otro espacio.

"Los adultos mayores no quieren quitarle la casa al hijo por sentimentalismo, por el vínculo emocional, y para no molestar al hijo prefiere buscar un lugar donde pueda vivir", dijo la coordinadora de Atención al Adulto Mayor.

Por ello reconoció que existe un elevado número de adultos mayores abandonados por su familia y muchos casos tienen que ver con este tipo de conductas de los hijos que durante años viven con todo y su familia en la casa de su papá y cuando éste les dona la casa en vida, es echado a la calle.

El principal problema de abandono de los adultos mayores es el señalado, reconoció Yoselin Márquez Díaz, aunque existen otros casos, pero de abandono este es un problema serio que seguido caen casos en las oficinas del DIF Estatal.

"Son hijos irresponsables que no se quieren hacer cargo de sus papás luego de que éste los mantuvo y los recibió en casa con todo y familia", agregó.

Pero éste no es el único problema que atraviesan los adultos mayores, un porcentaje también importante vive maltrato incluso en su propia casa, sus hijos les gritan y los llegan a golpear y de paso los nietos empiezan a repetir la misma conducta porque se les hizo fácil seguir el ejemplo de su padre, maltratar al abuelo.