Orientando sobre política

Cuando se realizan procesos electorales, la población entera es bombardeada prácticamente, a través de todos los medios de comunicación, de spots tanto de los organismos electorales como de los partidos políticos, y no se diga de los candidatos que los representan, así como de los llamados aspirantes independientes, por lo que durante meses somos obligados a soportar millones de spots que no siempre informan y que en ocasiones sólo terminan por confundir y hartar al ciudadano común, que al final decide no acudir a votar el día de la jornada electoral, con lo que la finalidad de las campañas político-electorales logran el efecto contrario al de motivar la participación para elegir a nuestras autoridades locales y federales.

Sin embargo, amable lector, los adultos que ya tenemos varias décadas sobre nuestros hombros sabemos que la única forma de elegir a nuestros gobernantes y a nuestros representantes populares (regidores, diputados locales y federales, además de los senadores) es a través del voto, por lo que si no ejercemos este derecho no tenemos cara para quejarnos del papel que desempeñen a quienes llegaron a esos cargos de elección popular, de tal manera que también debemos alentar la participación de los hijos una vez que lleguen a la mayoría de edad.

Tengamos en cuenta que, en la actualidad, debido al gran auge que han tomado las redes sociales, ya es más fácil enterarnos y conocer las propuestas de los candidatos que buscan llegar ya sea a las alcaldías, al Gobierno del Estado, al Congreso Local, a la Cámara de Diputados, al Senado y a la Presidencia de la República, de tal forma que podemos analizar la viabilidad de sus proyectos y formarnos un criterio de lo que enarbolan como bandera política y con lo cual buscan que el voto les favorezca, de ahí que es necesario pasar por la lupa cada propuesta que nos plantean y, de ser posible, cuestionarles cómo piensan llevarla a cabo.

Y es que sucede que muchos candidatos se aprovechan de la nobleza de los electores, a los que les prometen bajarles el cielo y las estrellas con tal de conseguir su voto y llegar al puesto anhelado, por lo que los padres de familia debemos orientar a los hijos y hacerles ver que no todo lo que plantean los políticos se puede llevar a la práctica, por diferentes razones, así que más vale irse con pies de plomo y estudiar detenidamente las propuestas que en ocasiones leemos, escuchamos o que nos dan a conocer de viva voz, ya sea en eventos masivos o en un encuentro personal, cuando recorren casa por casa.

Por eso, siempre que podamos platicar con los candidatos y podamos preguntarles qué nos proponen y, sobre todo, cómo piensan llevarlo a cabo, podremos tener un panorama más amplio y podremos contrastar las diferentes propuestas de los distintos candidatos, para de esta manera razonar mejor nuestro voto, en función de la viabilidad de sus proyectos, de la confianza y credibilidad que nos inspiren, así como por su capacidad y trayectoria, sin dejarnos llevar por las siglas de los partidos, sino por lo que represente de manera individual quien aspira a representarnos en cualquier puesto de elección popular.

En este contexto, debemos guiar a los hijos para que estudien bien cada planteamiento que expresen los candidatos en los diversos temas que nos preocupan como ciudadanos, como padres de familia y como integrantes de una sociedad a la que le inquietan aspectos como la inseguridad, el desempleo, la desatención en los servicios básicos, la falta de preparación de los elementos de Seguridad Pública, las constantes alzas en los precios de los artículos de la canasta básica, entre otros temas que nos afectan cotidianamente.

Los ciudadanos debemos estar muy atentos a lo que cada candidato proponga en esos temas sensibles, para que nos expliquen cómo piensan resolver esa compleja problemática que nos impacta de diferente manera pero que a fin de cuentas no se soluciona satisfactoriamente, por lo que les demandamos que nos planteen opciones para salir avantes de esa serie de problemas que nos siguen afectando a pesar de que las autoridades en turno pretenden convencernos de que vamos avanzando en esos aspectos que nos inquietan, aunque quienes los sufrimos en carne propia sabemos que es todo lo contrario.

De manera gradual, los padres de familia debemos ir sensibilizando a los hijos para que adquieran una cultura del análisis en torno a los procesos electorales, de tal forma que no se dejen llevar por las promesas fáciles que plantean algunos candidatos, cuando los adultos con cierta experiencia sabemos que sus propuestas son inviables, difíciles de llevar al terreno de los hechos.

Inculquémosles, pues, a los hijos que deben participar activamente en los procesos electorales a través de los que no sólo están en juego los cargos de elección popular, sino el futuro de nuestro estado y del país en general, de ahí que debemos analizar y razonar bien el voto antes de depositarlo en las urnas correspondientes.