Kiosko

Trombas de viento en un nuevo mundo. Acerca de 'Un violador en tu camino'

ITINERANTE

Trombas de viento en un nuevo mundo. Acerca de 'Un violador en tu camino'

Trombas de viento en un nuevo mundo. Acerca de 'Un violador en tu camino'

SAC

'Qué simbólico que borren las pintas en los monumentos, buscan invisibilizar nuestro encabronamiento', publicó la escritora Brenda Lozano (@heraclesmigato) en Twitter, el 26 de noviembre. A esa hora, todos los rastros de quienes se manifestaron en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer habían desaparecido. Y ocurrían dos fenómenos al mismo tiempo: por una parte, el ataque a las feministas. Por otra, el video de 'Un violador en tu camino', desde Chile, empezaba a recorrer el mundo.

No entraré, en esta columna, en un debate sobre las formas 'correctas' de manifestarse -si es que existen y no están, en realidad, determinadas por los contextos, los niveles de hartazgo, de rabia, y todos esos factores que deberíamos agradecer que la mayoría conocemos muy poco- y, por falta de espacio, tampoco hablaré de la importancia del canto y el baile como símbolos latinoamericanos. Así que me centraré sólo en lo más básico: cómo se construye un símbolo.

El 2017, La Silla Rota reportó que siete de cada diez monumentos en la Ciudad de México son vandalizados. En el 2003, un borracho arrancó a golpes la cabeza del águila del Hemiciclo a Juárez. Y, en un tema similar, en 2013 el Caballito de Manuel Tolsá fue dañado por sus restauradores, de forma irreversible.

Ninguno de estos casos llegó con tanta fuerza a la opinión pública. Ni siquiera el del borracho.

Me molesta la necesidad de escribir aquí que no promuevo el daño a nada ni a nadie. Me molesta, porque sé que parte de discursos hegemónicos de los que aún no logro liberarme. Pero voy a citar a Restauradoras con Glitter: 'no promovemos pintas ni otras alteraciones a los bienes culturales, pero comprendemos su causa, el problema de fondo que representan y su valor testimonial como demanda de una sociedad en equidad' y vengo a decir que entre todo el caos y la impotencia, siempre voy a defender que surjan nuevos símbolos -como los pañuelos verdes- si eso significa que alguien escucha, aunque eso, también signifique, que nos deshacemos de símbolos hechos en piedra.

El tuit de Brenda Lozano me movió hasta el alma porque no había pensado a profundidad en lo que significa esa limpieza apresurada, y buscando entender, encontré el ensayo 'Construir símbolos y hacer mundos. Las dimensiones epistemológica y ontológica de la arquitectura', en el que Remei Capdevila Werning escribe que '[...] la limpieza y el mantenimiento devuelve al edificio su aspecto original y, con ello, se recupera su funcionamiento simbólico inicial. En consecuencia, puede decirse que esta intervención recupera una versión de mundo (y elimina otra)'. Elimina otra versión del mundo en el que el feminicidio ya no es material para memes, ni existen aquellos que siguen buscando las 'buenas formas' en dónde ya sólo hay dolor y enojo.

La belleza de los símbolos, y de la realidad, es que siempre, tarde o temprano, se transforman. No están construidos sobre una superficie fija. Al contrario. Para I.M. Lotman, 'la naturaleza del símbolo es dual. De un lado, al atravesar los estratos de la cultura, el símbolo se realiza en su esencia invariante. El símbolo ingresará como algo disímil al espacio textual que lo rodea, como mensajero de otras épocas culturales, como recordación de antiguos fundamentos de la cultura. De otro lado, el símbolo se correlaciona activamente con el contexto cultural, se transforma bajo su influencia [...] Precisamente en los cambios que afectan el sentido 'eterno' del símbolo en un contexto cultural dado [...] es donde más se manifiesta su mutabilidad'.

'Un violador en tu camino' está lleno de símbolos: el primero, el más conocido, es la estrofa final, tomada del Himno de los Carabineros. LasTesis han declarado que decidieron incluirlo de forma irónica. Así, incluso sin contexto, el verso repelía: el uso de palabras como 'niña' y el calificarla como 'inocente -por tanto indefensa-, dulce, y sonriente', provocaba la imagen de una trampa más que de una red de seguridad.

Otro símbolo es la repetición de sentadillas: apenas el 28 de octubre de este año, Yaima Rodríguez Turiño publicó 'La represión a las mujeres que protestan en Chile', una nota en la que se explica que, hasta ese día, existían diecisiete denuncias de violación y acoso sexual por parte de los carabineros, en el marco de las manifestaciones. Rodríguez Turiño escribe: 'entre las prácticas más denunciadas están el desnudamiento forzado con sentadillas, prohibido por demás en los protocolos de carabineros'.

Primero, tal vez por la extrañeza para algunas de la palabra 'carabinero', y después porque desde LasTesis se motivó a que 'Un violador en tu camino' se modificara para acoplarse al contexto de cada país, ese verso tomado del himno de la policía chilena ha adquirido nuevas dimensiones, nuevos significados. El 29 de noviembre, en el Zócalo, se cantó '[...] que por tus sueños, dulce y sonriente, hacemos arte callejero'. Y éste es sólo un ejemplo.

De nuevo, hago una encuesta en mi perfil de Facebook y en un grupo de estudiantes mujeres de la Universidad Iberoamericana, del que sólo conozco en persona a dos integrantes de las más de cuatro mil que lo conforman: pregunto a mis amigas y compañeras feministas qué sintieron la primera vez que escucharon 'Un violador en tu camino': Fernanda Hernández Orozco me escribe: 'me sentí abrumada, lo que decía era cierto: es todo un sistema contra las mujeres, que trata de aplastarlas. Me sentí indefensa y enojada. Pero a la vez sentí un cobijo hermoso de la comunidad feminista. Ese grito es un: nunca vas a estar sola frente a este sistema. Y me solté a llorar'. Tania Santamaría me dijo que 'yo lloré. Se me puso la piel chinita porque justo minutos antes estaba pensando que sí había sido mi culpa y yo me había puesto en esa situación. Se me lleno el corazoncito de fuerza, la neta'.

Las palabras que más se repitieron fueron rabia, llanto, en comunidad, piel chinita, liberación de la culpa, inspiración, empoderamiento, acompañamiento, coraje, esperanza y entendimiento, orgullo, 'me sentí abrazada', escritas por Fátima Cabrera, Kari Alatorre, Roberta García, Laura Adán, Valentina Martínez, Jimena Llamas Abad, Natalia Salazar, Carla Ortega, Karla Frías, Renny ST, Vanessa Navari Virchez, Claudia María Estebaranz, Lily C. Galeana, Elisa Vam, Aishlin Almaraz, Lucy Lucie, María RG, Abril Pruneda, Fer Abdo, Paola Juárez, Natalia Devars, Ren Floresmeyer Caballero, Lorena Remírez, Alejandra Ruiz, Roxana Cañedo, Mariela Castillo, Monserrat Rivas, Ana Fernández de Lara, Natalie Sampere, Alejandra Morán Soto, Sandra Barragán, Rocío Vargas, Atenea Cruz, Araiz Arriola, y aquellas a las que ya no alcancé a apuntar aquí.

En marzo de este año, participé en el Coloquio Mujeres del Noreste. En uno de los programas, venía el poema Yo Francisca, de Nellie Campobello. Desde entonces, lo recuerdo a menudo. Y lo recuerdo más desde este 25 de noviembre. Mariela Castillo, una de mis mejores amigas, en esa encuesta de Facebook, escribió 'entendí que aunque el miedo paraliza, la valentía -y la rebeldía, agregaría yo- es algo que se lleva dentro y que si despierta dentro de ti, nada ni nadie puede hacerte parar'.

'Que venga la lluvia / que venga el viento / No tendré miedo / estaré golpeando / con mis pies el suelo. / Va a llover / va a haber desbordamiento de agua. / Trombas de viento / y yo un potro salvaje / que estará corriendo'.

Si han de caerse todos los monumentos, y en la nueva versión de este mundo nos han de quedar como símbolos sólo el canto y el baile para seguir vivas, que pase. Que venga todo. No tenemos miedo.

Twitter: @SNGCalderon

Escrito en: ITINERANTE símbolo, violador, símbolos, sentí

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas