
¿Cuál es la mejor leche que puedes comprar?
Es evidente que la leche de vaca ha ganado la partida a las restantes leches de origen animal. De hecho, el 83 por ciento de la población consume habitualmente leche de vaca y apenas se presta atención a las que podemos obtener del ordeño de cabras y ovejas. Aunque también es cierto que la leche animal vive horas bajas, pues actualmente se consume casi un 30 por ciento menos que en el año 2000. No obstante, continúa siendo básica en la alimentación, sobre todo entre los más pequeños, donde un vaso diario, en el desayuno, es un 'must'.
No obstante, las leches de cabra y oveja continúan siendo las grandes desconocidas, a pesar de que esta última nos aporta la materia prima para preparar los quesos de mayor prestigio y algunas cuajadas que saboreamos con devoción. Por lo tanto, ambas leches merecen toda nuestra atención dado que rebosan de ciertas cualidades capaces de eclipsar a la que se obtiene de nuestra querida vaca.
LECHE DE CABRA
Respecto a la leche de cabra, no nos podemos perder las conclusiones de un grupo de investigadores de la Universidad de Granada que aseguran que dicha leche puede considerarse "un alimento natural funcional", cuyo consumo habitual (o el de sus derivados) debe potenciarse entre la población en general. Sobre todo entre todas aquellas "personas con alergia, intolerancia a la leche de vaca, problemas de mala absorción, colesterol elevado, anemia, osteoporosis o tratamientos prolongados con suplementos de hierro".
LA DE OVEJA
Esta leche es imbatible en un aspecto: el calcio. Lo cierto es que en esta cuestión noquea a la leche de vaca y deja algo aturdida, pero todavía en pie, a la de cabra. En concreto, en ella encontramos un 80 por ciento más de calcio que en la de vaca. Además, un vaso de leche de oveja supone obsequiar a nuestra salud con sodio, magnesio, calcio, hierro, yodo y fósforo. También este alimento es rico en vitaminas B9, B7, B3, A, C, D, E y K.