
Con 13 años, niña duranguense crea arte con un pincel en su boca
La parálisis cerebral no ha sido impedimento para Regina Carrillo, una menor duranguense que desde temprana edad desarrolló un amor por las artes; a sus 13 años de edad, la niña ya ha tenido exposiciones de arte con las obras que realiza con un pincel en la boca.
Su madre comenta que, desde que Regina cursaba el preescolar, a sus cuatro años de edad, era “muy curiosa e inteligente”, y que sus maestras notaban que quería participar en clase; sin embargo, debido a su trastorno de salud, no podía controlar los movimientos de sus manos.
Por este motivo, un día sus profesoras pusieron un pincel en su boca, y desde ese momento Regina no dejó de pintar; a sus siete años, entró a un taller de “arterapia”, en la Casa de la Cultura, y su maestra Daniela Pacheco la apoyó para desarrollar su técnica.
Regina ha presentado su arte en diversas exposiciones, una de ellas el 30 de abril del 2021 en el Museo Interactivo Bebeleche, donde se develó su estrella en el “muro de la fama”.
Además, debido a su talento ha logrado tener varios reconocimientos, entre ellos el primer lugar del Premio Municipal de la Juventud 2021, categoría Sin Barreras.
Actualmente, Regina cursa el primer año de secundaria, y es muy dedicada a sus estudios y clases de pintura; además, disfruta de salir al cine, ver programas de televisión, acudir a exposiciones de arte y ver en internet semblanzas de pintores famosos, sobre todo de Frida Kahlo, su artista favorita.
A través de su página en Facebook “Regina: Pintando Mis Sueños”, comparte su día a día, así como sus logros; su exposición más reciente fue apenas este viernes, donde compartió junto con sus compañeros de clase, su obra “Sky Bob”.

“Pintando para estar bien del corazoncito y llenarme de energía. Bonita tarde y muchas gracias por seguir mi arte, y también que vean cómo es mi día a día, para que me conozcan más”, compartieron en sus redes sociales, junto a una fotografía de la pequeña, haciendo lo que más le gusta.
Las obras de Regina también se encuentran a la venta, pues es una de las formas en las que logra sustentar sus terapias físicas, citas médicas y medicamentos; sin embargo, lo más importante para la menor es “la felicidad que le da compartir su arte con los duranguenses”.