Los estragos del rasurado en ellos

Algunas condiciones de la piel son tan comunes que muchos hombres se acostumbran a vivir con ellas. Tal es el caso de la irritación. Una de las principales causas es el afeitado diario.

Tener que rasurar continuamente el rostro para que quede libre de vello provoca que el rastrillo o navaja elimine la capa superior de las células cutáneas, por lo que este órgano se vuelve más sensible a diversos factores externos. De hecho, hasta un 40% de estos problemas se asocian principalmente con el rasurado, según datos de la compañía Eucerin.

Entre los signos más frecuentes de irritación en la piel están: ardor, enrojecimiento, tirantez, picazón y erupciones.

La primera recomendación para evitar estas consecuencias es usar cuchillas de afeitar afiladas y lubricadas, además de aplicar, después, un bálsamo reparador.

Si los síntomas se presentan en otras zonas o todo el rostro, hay que lavar con productos de alta tolerancia y fórmulas cremosas que no contengan jabón, perfumes ni conservadores. Las cremas hidratantes con pantenol, semilla de uva, centella asiática, aloe vera y té verde ayudan a reducir la irritación.