No cuentes el tiempo, si no sus transformaciones

El tiempo terrenal, lo medimos con relojes y calendarios, para las personas el tiempo es el transcurrir de los segundos, minutos, horas, días y por esta división en la que todos estamos centrados, es que llevamos nuestra vida de una manera errónea.

Los hombres calculamos el tiempo con un reloj, pero no sabemos medir los momentos de éxtasis y la pasión, la tecnología aún no nos da, pues lo que llamamos tiempo, es una construcción mental, es algo completamente relativo, ¿Cuánto es mucho tiempo? eso depende la situación ¿verdad? permanecer en una fila por más de 10 min, puede parecernos una eternidad, mientras que una hora haciendo el amor puede transcurrir rápidamente.

El tiempo es quizá una de las cosas más difíciles de definir, probablemente por los diferentes conceptos que cada uno de nosotros tenemos, es algo que podemos sentir que vive en y entre todos los que poblamos este lugar, pero algunos le dan un significado más profundo, para ellos el tiempo, significa, el paso de la vida o el transcurrir de la evolución, hablan del tiempo como un recurso de aprendizaje, se refieren a él como parte de la enseñanza sobre su alma, lo cual les brinda la oportunidad de aprender a cada momento, a veces con amor, a veces con dolor, pero siempre por su bien, el tiempo solo es un recurso de enseñanza, en realidad nunca estás perdiendo el tiempo, siempre se está aprendiendo algo. ¿Cuántas veces has escuchado la expresión "el tiempo de Dios es perfecto"? Seguramente muchas, y a veces no entendemos qué es lo que la gente quiere decir con eso.

Queremos que las cosas pasen cuando nosotros queremos y de la forma en que las queremos, pero no siempre es así, es más, casi nunca las cosas pasan como las tenemos planeadas.

En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo son ciertamente trágicas, a menudo elegimos estar en el tiempo, en vez de en la eternidad.

El ego no acepta tanta libertad y siempre que puede se opone. Podemos ver, entonces, que el tiempo de Dios no es el mismo que el tiempo de los hombres. Muchas veces, cuando tenemos problemas, oramos y pedimos a Dios una solución, esperamos una respuesta rápida, casi inmediata.

Y cuando no llega y sentimos que hemos esperado bastante empezamos a desesperarnos, la ansiedad se puede apoderar de nosotros y muchas veces nos enojamos y le reclamamos. Le relamamos porque Él no está respondiendo, según nuestro tiempo, creemos que Dios está ocupado resolviendo otros problemas o que simplemente se olvidó de nosotros.

Pero, como nuestra visión del problema es limitada, creemos que Dios también tiene una visión limitada y se nos olvida que Él ve todo el panorama, que además conoce el futuro y conoce nuestros corazones, nosotros no tenemos la visión a largo plazo de nuestras acciones, no tenemos la capacidad de ver los desafíos espirituales de cada momento, por lo cual estos se convierten en caos y crisis, debemos entender que las cosas pasarán en el momento que Dios quiera y considere oportuno. Dios nos hace esperar porque Él tiene un plan diseñado para cada uno de nosotros, Él conoce las situaciones y los momentos que debemos pasar para poder llegar a donde Él quiere que estemos. Todo pasará en su debido tiempo, solo la paciencia infinita produce resultados inmediatos, Dios le había prometido a Abraham que iba a tener un hijo, pero Abraham y su esposa Sara eran ya viejos y aún no habían concebido.

Dios cumplió su promesa y le dio un hijo a Abraham y Sara en su vejez. Abraham tenía cien años cuando Isaac nació. El resto de la historia ya la sabemos, es de allí donde proviene el pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios.

Dios traerá cosas buenas para ti, solo espera y ten fe en él. Debemos recordar que nuestro ser y sentir se rigen con y por amor, no por el tiempo, los más bellos y hermosos sentimientos, ilusiones, el amor, los anhelos y tantas cosas que sentimos perduran por siempre, el tiempo no puede limitar o hacer desaparecer los bellos momentos vividos, el karma y los aprendizajes.

Tan rápido va a pasar la vida, que el tiempo no sobra como para gastarlo en peleas, orgullo, envidia, soberbia, rencores, tenemos tanto que amar y tan poco tiempo, que desperdiciar las horas es el pecado más grave que podemos cometer, porque cada vez que amamos vivimos más, cada vez que queremos a alguien nos hacemos eternos, ese es el único truco que tiene la vida, nuestra inmortalidad radica en aquellas vidas que tocamos.

Para trascender se deberá lograr que nuestra existencia impacte amorosamente a quienes nos rodean. Has tiempo y espacio para sentir placer en tu vida, hazlo seguido porque iluminará tu corazón y hará maravillas en tu alma, esta es una oportunidad de aprendizaje, solo un aula de muchas que tendrás que pasar, disfruta el ensayo de vida eterna y haz que cada segundo valga la pena, la vida fue creada para vivirse con todos sus desafíos, ¿Te animas?