
Reabren el patio de murales de la Sala de Arte Público Siqueiros
La Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, reabrió el patio de murales luego de un largo periodo de inactividad tras concluir el proceso de mejoramiento integral de la infraestructura del inmueble como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura.
En recorrido por el recinto, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, externó que implica la apuesta del Gobierno de México, a través de la Secretaría de Cultura y del Instituto, por el cuidado y la protección del patrimonio artístico del siglo XX.
Esta inversión, dijo representa una garantía para las nuevas y futuras generaciones el derecho al conocimiento y al disfrute de la propuesta artística de Siqueiros, artista que jugó un papel vital en el desarrollo del muralismo en México y en otros países, quien hizo aportes fundamentales al arte público y quien asumió siempre una postura política y militante internacionalista.
Parte de Chapultepec, Naturaleza y Cultura
La SAPS, que fuera la casa de David Alfaro Siqueiros, junto con el Museo de Arte Moderno y el Museo Tamayo, forman parte del nodo de Artes Visuales en el Bosque de Chapultepec, el cual ha sido beneficiado con el proyecto prioritario Chapultepec, Naturaleza y Cultura.
Ahora, el equipo de la SAPS tiene por delante la tarea monumental, no solo de diagnosticar e inventariar el acervo plástico que comprende 356 obras del acervo plástico y más de 80 mil documentos, sino también la reorganización de la memoria colectiva, misma que, además de abarcar la vida y obra de Siqueiros, considera también documentos que abren múltiples rutas para investigar la historia sociocultural y política desde el México posrevolucionario hasta la década de los setenta del siglo pasado.
Una colección presente
A partir de este fin de semana, las y los visitantes podrán ver tres importantes obras de la colección permanente de la SAPS: “Trazos de composición espacial del mural”, “La marcha de la humanidad”, pintada por David Alfaro Siqueiros en una superficie de poco más de 814 metros cuadrados.
El muralista transformó la arquitectura original de su casa a lo largo de sus últimos años de vida. En lo que fue la sala-comedor, entre 1972 y 1973, plasmó estos Trazos de composición espacial, relacionados con La marcha de la humanidad, considerada su obra cumbre.
Al regresar al recinto, el ala poniente de este mural, después de seis años fuera del edificio y de su restauración por parte de especialistas del Cencropam, la experiencia que Siqueiros pensó generar en las y los espectadores tendrá nueva vida. Para un sector del público será la primera ocasión en que podrá ver completa la obra, lo cual es particularmente relevante en el contexto de la conmemoración del centenario del muralismo mexicano.
La SAPS dará inicio a nuevos programas públicos, mientras que en agosto iniciará el programa de exposiciones temporales.