Efecto. Desde que se registraron las primeras lluvias, los incendios forestales activos se apagaron.
Desde que se generaron las primeras precipitaciones en la entidad, contribuyeron a disminuir los incendios forestales y se cumplen 15 días sin registro, aunque la cifra total es de 348 siniestros en este 2024.
En comparación con el 2023, a la misma fecha, sumaban 350 incendios y al finalizar el año se cerró con más de 89 mil hectáreas, mientras que en este van poco más de 69 mil 22.
La información fue otorgada por la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (SRNyMA), de acuerdo con la última actualización de datos.
Aunque cíclicamente la temporada de incendios inicia en marzo, las condiciones de la tierra por la sequía derivaron en que se adelantara la temporada desde enero, con ocho quemas.
En cuanto al mes de mayor presencia de siniestros, con 116 es mayo; el segundo fue junio, con 84, y el tercero fue abril, con 78.
Los incendios han afectado solo a 15 municipios; Mezquital es el que registra la mayoría, con 157; le siguen Pueblo Nuevon con 69; Tamazula, 27; Durango, 20, al igual que 20 en San Dimas, mientras que en Santiago Papasquiaro van 15.
En Canelas se han registrado 12; en Tepehuanes, 8; en Topia, 5; Guanaceví, 4; Canatlán, 3; Otáez, 3; Nuevo Ideal, 2; Ocampo, 2, y Súchil, 1.
Las lluvias también aportan en el tema de las plagas; se tiene una superficie de tres mil hectáreas de afectación por plaga, pero aún bajo control.
En este caso, son 12 municipios afectados, 691 hectáreas con presencia de gusano descortezador y 44 hectáreas de gusano defoliador y en 283 hay plantas parásitas.