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Balam o Chaac

Ometeotl.

Ometeotl.

JUAN CARLOS GUTIÉRREZ

El Jaguar es para la cultura maya una deidad que conoce la conexión y el balance de los opuestos de toda realidad. En la Introspección profunda y misteriosa de la criatura mítica nace una visión única que se distingue por su modo de ser y permanecer a través del curso de los días. Es el número nueve, porque nueve son los niveles de los inframundos; dentro de su teogonía hay una referencia espectral de nombre Uay Balam que tiene forma de jaguar y se dice que es brujo, se le ofrecía culto antes del cultivo para que rindiera frutos el trabajo con la tierra.

Es la consistencia humana, su relación con el entorno, su necesidad ubicua con el entendimiento de su importancia en el ritmo universal, lo que exalta y configura la cara más noble y sabia de una comunidad que ha impactado al mundo entero por esta reflexión de su haber en el mundo. En el constructo imaginario mexicano el símbolo pragmático es el momento que concentra credo, sentimiento y acto ante esa necesidad de observar el claroscuro de la especie. En la diversidad cultural el acontecimiento no está aislado en ningún aspecto, el icono sentido es práctico desde lo interno hasta su vislumbre externo.

El jaguar es el tercer felino más grande del planeta y ha sido venerado por todos los pueblos americanos como un elemento de poder y con profunda relación con lo nocturno. En Perú es uno de los símbolos icónicos más importantes representando la fuerza de la existencia; para los olmecas que fueron de las etnias más antiguas de la humanidad el jaguar es motivo para esculpir cabezas gigantes con rostro felino.

En México se advertían dos tipos guerreros, los águila y los jaguar, teniendo estos últimos vinculación con Tezcatlipoca, el dios de lo oscuro. El 29 de Noviembre es el día internacional del Jaguar para hacer conciencia en las comunidades de la importancia en el equilibrio y la salud de los ecosistemas. Si damos importancia a las cosmogonías de los pueblos fundadores de América, podremos decir que mientras la noche reviente en rugidos y de la oscuridad nazca la vida, el jaguar habrá de existir.

Escrito en: escritos Durango jaguar, importancia, Jaguar, pueblos

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