
Lodo. Los productores, cuando llueve demasiado y no puede entrar el tractor a la parcela porque se atasca, le llaman 'no hay piso para sembrar', y eso sucedió en algunos sectores donde los campesinos se quedaron sin sembrar frijol y ahora solo les queda la avena.
Productores de frijol del sur de Cuencamé señalaron que algunos de ellos se retrasaron para sembrar frijol y cuando quisieron hacerlo no hubo piso, y ahora solo les queda cultivar avena; sin embargo, lamentaron que no les ha llegado el programa de semilla.
Vicente Victorio Robles, dirigente del Sistema Producto Frijol en Cuencamé, comentó que lamentablemente las lluvias de julio, si bien, fueron buenas para la mayoría de los productores, para otros no lo fue tanto.
Explicó que, tras varios años malos y sin cosechas, muchos productores de frijol estuvieron batallando para conseguir recursos económicos y lograr sembrar la leguminosa.
Cuando por fin consiguieron comprar la semilla, no hubo piso para sembrarla, ya que las lluvias no permitieron que el tractor pudiera entrar a las parcelas porque se atascaba y no se podía maniobrar, "a eso le llamamos que no hay piso", detalló.
Esos productores son los que ahora se están arriesgando a sembrar tarde el frijol con el riesgo de que una helada temprana les queme la cosecha, pero otros están sembrando avena o cebada.
No obstante, también existen otros que, tras lograr conseguir la semilla de frijol, no se arriesgaron a sembrarla y ahora están rogando y pidiendo a las autoridades estatales que baje al sur de Cuencamé el programa de semilla de avena para poder trabajar.
"A esta gente ya no le quedó dinero para comprar otro tipo de semilla como la de avena y están a la espera de que el Gobierno los apoye con ese programa que no ha bajado al sur de Cuencamé", acotó Vicente Victorio.
El resto de los productores que sí sembró su frijol a tiempo, dijo, está esperando que la naturaleza sea benévola con sus cultivos y que caigan las lluvias cuando sea necesario para que siga creciendo la planta.