Arte mexicano conquista La Habana en un encuentro cultural en la FAC
La energía de La Habana, Cuba, su arquitectura vibrante y una cultura que respira arte en cada rincón, fueron el primer impacto para el duranguense Jorge Morales, maquillista y diseñador de imagen internacional, al llegar a la isla.
Coordinador de un equipo de 13 artistas mexicanos, Morales fue pieza clave en la Fábrica de Arte Cubano (FAC) dentro del evento, “Moda Mexicana en FAC”, que llevó la riqueza cultural de México a este emblemático espacio del arte contemporáneo cubano.
“La arquitectura del FAC, la energía en la calle, la cultura viva... todo se conjugó en una experiencia que me marcó profundamente”, compartió Morales. “La FAC es un epicentro de la cultura global, y en la calle, a pesar de las dificultades, los cubanos irradian una energía única. Estás rodeado de arte, música, moda, gastronomía, escultura. Es una cultura viva”.
La experiencia en la FAC estuvo marcada por una cálida recepción. “Desde el primer momento nos hicieron sentir como en casa. Son personas muy expresivas, serviciales y con gran disposición para colaborar. Fue una experiencia de trabajo en equipo real y muy humana”, destacó el maquillista.
Proyección mexicana
Después de haberse presentado en París el año pasado, llegar a Cuba supuso un cambio notable. “La gente en París es más reservada; en cambio, en Cuba te abrazan, te expresan su sentir. Eso fue un contraste muy notorio”, explicó. No obstante, el objetivo de proyectar el arte y la cultura mexicana a través del maquillaje, el diseño y el mezcal, fue el mismo en ambos escenarios.
Uno de los aspectos que más resonó con el público cubano fue la representación de íconos culturales mexicanos. “Nos inspiramos en musas como Dolores del Río y María Félix. Incluso las telas, los rebozos, los sombreros charros y la música, como ‘María Bonita’, conectaron con la audiencia de una manera emocional”, recordó el duranguense.
Pero más allá de los símbolos visuales y sonoros, el coordinador del equipo aseguró que sobresalió la unión del equipo mexicano.
Desafíos y aprendizajes, arte sin fronteras
Liderar a 13 artistas de distintas disciplinas no fue tarea fácil. “La clave fue la comunicación y la confianza. Siempre les repetía: ‘con confianza y comunicación, todo tiene solución’. Tuvimos muchos retos logísticos, pero eso nos hizo crecer como equipo y como personas”.
El proyecto también brilló gracias a la colaboración con talentos de La Habana, pues trabajaron con 12 modelos cubanas que han desfilado en Milán para Chanel y Gucci, con el fotógrafo oficial de la FAC, y también con maquillistas y coreógrafos cubanos. Desde luego que “la Casa de México en Cuba fue un espacio que nos cobijó y nos hizo sentir en casa”, contó Morales.
Uno de los momentos más simbólicos del evento fue el brindis con Mezcal 41 Almas, originario de Durango. “Cada shot llevaba un pedazo de México. Fue bien recibido y apreciado. La dinámica fue muy representativa de nuestra tierra”, dijo con orgullo.
Después de haber dejado huella en Colombia, París y Cuba, Jorge Morales no detiene su andar. “Este tipo de experiencias me inspiran a seguir. Quiero que el mundo conozca el arte y la riqueza cultural de México, de Durango y sus municipios”.