Kiosko

Teatro Cuerda Floja

Cautiva ‘El pozo de los mil demonios’ con montaje y grandes actuaciones | GALERÍA

La obra se presentó como parte de las actividades del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2024.

Cautiva ‘El pozo de los mil demonios’ con montaje y grandes actuaciones | GALERÍA

Cautiva ‘El pozo de los mil demonios’ con montaje y grandes actuaciones | GALERÍA

DANIELA ALMAGUER

La compañía duranguense Teatro Cuerda Floja presentó este miércoles la penúltima función de “El pozo de los mil demonios”, una obra inspirada en el texto original de la dramaturga Maribel Carrasco, considerada una de las más significativas en su trayectoria. El montaje se llevó a cabo en el Teatro de la Juventud, ubicado al interior del Parque Guadiana, donde a lo largo de la semana se ofrecieron varias funciones con gran interés por el público.

La obra se presentó como parte de las actividades del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2024 del director José Ángel Soto, quien encabezó la dirección y producción de un proyecto que se consolidó como un trabajo colectivo y sólido dentro de la escena teatral duranguense.

UNA HISTORIA CON GRAN MENSAJE

La puesta en escena relata la travesía de Jacinta, una niña que, tras perder su cántaro, debe iniciar un viaje lleno de retos para enfrentar la sequía. “Jacinta, la protagonista de nuestra historia, escuchará estas palabras de su Nana y, tras el robo de su cántaro, tendrá que iniciar un viaje de aprendizaje, sorteando obstáculos y pruebas, para así tomar la responsabilidad de salvarse y salvarnos de la sequía”, apunta el texto de Carrasco.

Con una narrativa que combina lo fantástico y lo entrañable, la obra invita a reflexionar sobre la responsabilidad individual y colectiva frente al entorno, así como a concientizar sobre el cuidado del agua y el medio ambiente en general.

ELENCO Y DIRECCIÓN

El montaje estuvo bajo la dirección de José Ángel Soto, con el apoyo en dirección de Enrique Longoria Villarrín. El elenco, integrado por Marya Sabrina, Andrey Galván, Alejandro Muñoz, Brian Smythe, Ana Herrera, Dulce Chávez y Rafael Smythe, recibió el reconocimiento del público por su entrega y versatilidad en escena, que ya se había dejado ver a finales de junio de este año, cuando tuvieron una presentación de prueba o ensayo.

MÚSICA, VESTUARIO Y ESCENOGRAFÍA

Uno de los elementos más destacados fue la música en vivo, con percusiones a cargo de Rafael Smythe, Alejandro Muñoz, Brian Smythe, Ana Herrera, Dulce Chávez, Andrey Galván y Marya Sabrina. Los arreglos musicales incluyeron la canción tradicional “Señora Santana”, realizada por Juan M. Torres y Emmanuel Burciaga, con las voces de Marya Sabrina y Alejandro Muñoz; y el coro “Cura olvido”, arreglado por Emmanuel Burciaga e interpretado por Alejandro Muñoz y Andrey Galván. La música acompañó las distintas situaciones de la obra con gran fuerza expresiva, marcando el pulso narrativo de la historia.

El vestuario, diseñado por Ana Herrera y realizado junto a Vianey Rodríguez y Nelia Escandón, aportó riqueza visual y simbólica. Los trajes, de gran detalle, se integraron a la utilería creada por Liliana Cortez, Israel Torres, Alejandra Cortez y Luis González, conformando un universo lleno de referencias poéticas.

La escenografía fue concebida por el propio José Ángel Soto junto a Sergio Soto, mientras que la iluminación corrió a cargo de Alonso López, quien potenció los matices dramáticos de cada cuadro.

MÁSCARAS, MOVIMIENTO Y VOZ

Sin duda, las máscaras destacan en esta obra, diseñadas de nueva cuenta por Ana Herrera y Liliana Cortez, que resultó fundamental en la estética del montaje, pues cada pieza permitió que los actores se transformaran en personajes fantásticos y simbólicos, intensificando la carga visual de la obra.

El acondicionamiento corporal y la coreografía fueron dirigidos por Karen Meza, quien imprimió un ritmo físico enérgico y orgánico a la puesta. El combate escénico estuvo bajo la dirección de Pedro Dávila Montaño, aportando tensión a las escenas de enfrentamiento.

La asesoría de voz, a cargo de Vianey Rodríguez, fortaleció la proyección y expresividad de los actores, aspecto clave en una obra que mezcla lo poético con lo narrativo.

EL PÚBLICO Y EL NUEVO ESPACIO

Durante las distintas presentaciones, el público reconoció no solo el trabajo actoral, sino también el cuidado del montaje, aplaudiendo con entusiasmo el esfuerzo colectivo. La puesta en escena se convirtió en una oportunidad para poner a prueba las condiciones del Teatro de la Juventud, un espacio recientemente remodelado que busca posicionarse como un punto de encuentro para la comunidad artística local.

Así, “El pozo de los mil demonios” de Teatro Cuerda Floja supo abordar la historia con una propuesta veloz, fresca y entretenida que reafirma su papel como una de las compañías emergentes más sólidas de la escena duranguense.

Escrito en: Teatro Cuerda Floja cuerda floja obra, escena, Teatro, dirección

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas