Social. El impacto del cuidado de las personas no se ha dimensionado ni visibilizado en décadas.
JUAN M. C?RDENAS
El siglo de durango
Al cierre del periodo ordinario de sesiones, se reconoció el trabajo conjunto que permitió la deliberación y disposición permanente al diálogo permitió elevar el derecho al cuidado.
"Quiero agradecer a todas las fuerzas políticas y a los coordinadores parlamentarios, porque además de ser una Legislatura productiva, hemos sido respetuosos, deliberantes y, sobre todo, dispuestos a escuchar. El diálogo en el parlamento no es solo una obligación, es nuestra razón de ser y la base para construir acuerdos en beneficio de la sociedad", dijo el diputado local Martín Vivanco.
Resaltó como uno de los mayores logros del periodo la aprobación del derecho al cuidado, ahora elevado a rango constitucional, al considerarlo el punto de partida para la creación de un Sistema Estatal de Cuidados, que reconoce que las personas no viven de manera aislada y que el cuidado es una responsabilidad compartida entre el Estado, la comunidad y las familias.
"La aprobación del derecho al cuidado en la Constitución representa mucho más que una reforma legal; implica una nueva forma de entender cómo vivimos en sociedad. Nuestro trabajo como legisladores es traducir la voz de la gente en normas que eviten que las instituciones humillen a las personas y que garanticen dignidad, justicia y mejores condiciones de vida", puntualizó.
Al referirse a su participación en la Comisión de Justicia, Vivanco Lira subrayó que muchas de las reformas que se discuten tienen como objetivo evitar que las instituciones humillen a las personas, ya sea por normas desactualizadas o por procesos legales que afectan la dignidad humana, por lo que el trabajo legislativo exige revisar y actualizar permanentemente el marco jurídico, incluso en aspectos que parecen mínimos.