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¿Cometa o algo más? El inquietante silencio alrededor de 3I/ATLAS

Un visitante del espacio profundo pasó frente a Marte… y dejó un silencio inquietante entre las agencias espaciales.

¿Cometa o algo más? El inquietante silencio alrededor de 3I/ATLAS

¿Cometa o algo más? El inquietante silencio alrededor de 3I/ATLAS

JORGE LUIS CANDELAS

En medio del silencio de las agencias espaciales más poderosas del planeta, un visitante interestelar ha despertado teorías que van de la ciencia a la ciencia ficción. Su nombre es 3I/ATLAS, y aunque oficialmente fue clasificado como un cometa, su comportamiento está desafiando todo lo que creíamos saber sobre estos cuerpos celestes.

Descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de observación ATLAS en Chile, 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa nuestro sistema solar. Su órbita es hiperbólica —no pertenece al Sol—, lo que significa que solo pasará una vez por nuestro vecindario antes de volver al vacío interestelar. O al menos, eso se pensaba.

Un visitante con demasiadas anomalías

Desde su detección, las observaciones astronómicas han revelado una serie de características que han dejado desconcertada a la comunidad científica.

Su coma (la nube de gas y polvo que lo rodea) está dominada por dióxido de carbono, con una proporción CO₂/H₂O ocho veces mayor que la de los cometas conocidos. Además, muestra actividad a grandes distancias del Sol, algo inusual en cuerpos de este tipo.

A esto se suma una polarización negativa extrema, un fenómeno óptico que ningún otro cometa o asteroide ha mostrado hasta ahora. Y, según un grupo de investigadores, su trayectoria parece especialmente “amigable” con varios planetas: Venus, Marte y Júpiter, en una secuencia de pasos cercanos que algunos califican de “demasiado precisa para ser casual”.

Todo ello ha llevado a voces como la del físico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, a sugerir que deberíamos al menos considerar la posibilidad de que 3I/ATLAS no sea un objeto natural, sino una sonda de origen artificial.

El silencio que despierta más preguntas

Pero si los datos desconciertan, el silencio de las agencias espaciales lo hace aún más.Durante su paso cercano a Marte a inicios de octubre de 2025 —a unos 30 millones de kilómetros—, se esperaba que diversas misiones captaran imágenes: el orbitador Mars Reconnaissance Orbiter (NASA), ExoMars TGO (ESA), la sonda Hope (Emiratos Árabes Unidos) y el Tianwen-1 de China.

Hasta hoy, ninguna ha publicado un solo registro visual.

NASA atribuyó el retraso a la parálisis gubernamental (shutdown) que comenzó el 1 de octubre. La ESA declaró que “sigue procesando los datos”. Pero lo que más sorprende es el mutismo de China, un país que suele aprovechar cualquier oportunidad para presumir sus avances tecnológicos, sobre todo cuando puede superar a la competencia occidental.

El orbitador Tianwen-1 ha publicado más de 14 mil imágenes marcianas desde 2021, incluyendo un mapa global del planeta rojo. Sin embargo, sobre 3I/ATLAS, ni una palabra: no hay comunicados de la CNSA, ni publicaciones de la Academia China de Ciencias, ni menciones en medios estatales como Xinhua o CGTN.Ese silencio, coinciden algunos analistas, no es casualidad.

¿Qué podrían estar ocultando?

De acuerdo con los investigadores más cautelosos, el mutismo no implica necesariamente una conspiración.

Podría deberse a simples retrasos técnicos, validaciones de datos o protocolos de revisión antes de hacer públicos los resultados.

Sin embargo, otros creen que la coincidencia entre múltiples agencias —que rara vez comparten información— es demasiado extraña.

El argumento que circula en redes y foros especializados es simple:

Si 3I/ATLAS fuera solo un cometa, China lo habría mostrado al mundo para ganar prestigio científico y debilitar a la NASA durante su cierre gubernamental.

Pero si las imágenes revelaran algo que no se puede explicar de forma convencional —una estructura, una emisión dirigida, una trayectoria imposible—, el silencio tendría sentido.

Lo que viene: la prueba definitiva

El 29 de octubre de 2025, 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol, el llamado perihelio.

Ese será el momento decisivo para los astrónomos: cualquier cambio en su velocidad, rumbo o brillo podría dar nuevas pistas sobre su naturaleza.

Si el objeto mantiene su trayectoria hiperbólica, probablemente se confirmará que es un cometa inusual.

Pero si se desacelera o altera su curso, sería una señal inequívoca de que algo —o alguien— está controlando su movimiento.

Entre el asombro y la sospecha

Por ahora, el misterio persiste. No hay imágenes oficiales, no hay comunicados, no hay datos públicos.Solo un silencio global que une, por primera vez en mucho tiempo, a agencias rivales bajo una misma consigna: no decir nada.

Quizá 3I/ATLAS no sea una nave, ni un mensaje, ni una amenaza.Pero si lo fuera, la historia dirá que antes del primer contacto… llegó el silencio.

Escrito en: NASA Astronomía 3I/ATLAS silencio, 3I/ATLAS, agencias, imágenes

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