Conoce la 'Venecia Duranguense', el pueblito dónde el agua corre día y noche en las calles
La Constancia, un rincón poco conocido de Durango, ha comenzado a robar suspiros gracias a una particularidad única, sus calles están permanentemente recorridas por agua. No es un fenómeno turístico artificial ni una casualidad del clima, sino una característica cotidiana que ha llevado a muchos nuevos visitantes.
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Un pueblo donde el agua es protagonista
Ubicado en el municipio de Nombre de Dios, este pequeño poblado destaca por la presencia constante de agua cristalina, fenómeno no solo embellece el lugar, sino que refleja la conexión viva que los habitantes mantienen con su entorno natural.
La Constancia no tiene plazas comerciales ni grandes desarrollos turísticos, pero su encanto se centra en lo esencial, sus lavaderos antiguos, las huertas que prosperan gracias al flujo constante de agua y en la tranquilidad de sus callejones, donde las casas de adobe conviven con el sonido relajante de los arroyos urbanos.
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Aunque no es todavía un sitio con infraestructura turística robusta, La Constancia comienza a posicionarse como un destino alternativo para quienes buscan experiencias auténticas, de conexión con la naturaleza y con la vida rural.
Ideal para una escapada de fin de semana, para una caminata tranquila, o simplemente para dejarse sorprender por un entorno donde el agua no es recurso escaso, sino paisaje cotidiano.
¿Cómo llegar y qué llevar?
Se puede llegar en auto desde la ciudad de Durango en menos de una hora.Se recomienda llevar alimentos, calzado cómodo y actitud de respeto. La Constancia no busca convertirse en un parque temático ya que es y siempre será un pueblo vivo, de tradiciones que fluyen como sus aguas, sin prisa, sin pausa, y con alma propia.