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Danco Duportai y su obra en Durango

Artista. Danco es originario de Cuba, sin embargo, radica en Guadalajara desde hace seis años.

Artista. Danco es originario de Cuba, sin embargo, radica en Guadalajara desde hace seis años.

DANIELA ALMAGUER

Un rostro que emerge entre luces tenues. Una lámpara encendida que parece sostener todo el significado de la escena. Un cuerpo que se difumina, como si fuera parte de un recuerdo que está a punto de desvanecerse. Así se presenta la obra del artista cubano Danco Duportai, quien por primera vez visitó Durango como invitado especial en el segundo aniversario de la galería Mac Atelier.

"Ella me contactó para el segundo aniversario, me dijo que si estaba interesado en participar, en exponer obra acá y ser artista invitado, a lo cual pues yo le agradecí y accedí", contó en entrevista Danco sobre la invitación de la galerista Marcela Gutiérrez.

La conexión se dio rápidamente. "Ella me escribió por Instagram y rápidamente nos pusimos manos a la obra", señaló. Aunque radica desde hace seis años en Guadalajara, esta fue su primera visita a Durango, experiencia que calificó como muy grata. "Estoy súper encantado, sobre todo con tantos artistas. Y algo que me ha impactado es la sencillez que tienen los artistas aquí. Es algo muy bonito".

Y así fue como su obra fue arropada por la galería, donde se encuentra una pieza muy detallada. Por un lado, un cuadro con una mujer que es iluminada literalmente por una lámpara. Por el otro, unas pequeñas piezas (pinturas) en miniatura, que bien podrían ser dignas de llevar en un relicario, llenas de precisión.

Es precisamente esto lo que caracteriza la obra del artista, el combinar piezas en formato grande con minuciosas pinturas en miniatura. Ambas dimensiones coexisten en el mismo espacio expositivo, construyendo una narrativa conjunta.

Una constante en sus trabajos es la presencia de una lámpara, elemento que para él tiene un significado profundo.

"En mis obras, ya sea en miniatura como en grande, está el aspecto de la lámpara. Me basé en la lámpara, en la acción de alumbrar. Yo lo considero así: la lámpara como un acto de recordar. Cuando tú prendes una lámpara en un cuarto muy cerrado, en tu habitación, ella te enfoca. Y algo aquí de lo que hablo un poco básicamente, es que la figura de la mujer queda enmarcada por la luz, está definida por ella. En cualquier momento puede apagarse esa lámpara y todo desaparece, tal cual un recuerdo, ¿sabes?"

Lo que le interesa, dijo, es la fugacidad de la memoria, la manera en que algo puede estar completamente iluminado por instantes para luego desaparecer en la penumbra. "Te enfocas en algo. Hay mucho ruido en el ambiente, algo no muy detallado, muy desenfocado, o algo que realmente nunca pasó también. Todo se ve gracias a esa luz que da como esa penumbra o silueta. La utilizo como la presencia del ser humano ahí en esa escena. Por eso narro también lo de los almohadones."

Sobre la mujer que aparece en la pintura, Danco explicó que está inspirada en la mulata de donde es originario. "Realmente no es nadie en especial. Es una concepción de varios retratos con varias fotografías, un poco pensando en mis raíces, de estas mujeres mulatas igual también. Y quería representar cada característica exactamente. Pero no es la mujer en sí, sino el ser humano que hay ahí, que ilumina".

El inicio de sus obras en miniatura surgió casi por accidente, o como un acto de contradicción. "Nació durante mi especialidad en un ejercicio que se llamaba 'algo que tú nunca harías'. Yo, anteriormente, todas mis obras eran muy grandes. Y lo que comenzó siendo una rebeldía de 'ok, yo nunca pintaría algo pequeño', luego empezó a salir a través de una conexión mente-cabeza", señaló.

Esta búsqueda lo llevó a encontrarse con una influencia profunda de su infancia: un álbum de fotografías que su padre trajo de la Unión Soviética, donde estudió por 10 años. "Él trajo un álbum grandísimo. Y lo primero que yo hice fue que, de cada fotografía, la fragmentaba y hacía muchas pinturas pequeñas. Narraban otro tipo de historia. Por ejemplo, una foto familiar, yo recortaba un retrato, la acción de una mano, y ahí narraba como una historia completamente distinta. Pero ya el espectador se podía llevar cualquier otra idea", recordó.

Esa fragmentación está profundamente conectada con el recuerdo, lo que se lleva en la cartera, lo que se guarda con aprecio. "El hecho era eso, descomponerla y hacer algo frágil, portátil, tal como los recuerdos. Una de las cosas que más representa a los recuerdos es tener una pequeña fotografía o algo en tu cartera. Estas obras yo las pensé también para eso, para poder portarlas. Sobre todo cuando salí de Cuba, que pudiera llevarme mis piezas completamente, ese recuerdo, esa nostalgia. Que pudiera cargar con ellas, transportarlas. Trabajo mucho en que perduren, pero es algo muy pequeño, lo puedo cerrar en mi mano y lo puedo guardar y seguir caminando".

Sobre el proceso técnico de trabajar en un formato tan reducido, compartió que es complejo. "Es como si estuviera trabajando en grande, pero es un ambiente en que tengo que estar muy tranquilo. Porque ya es como que de una pincelada tiene que ser no una pincelada, sino 'la pincelada'. Ese trazo exactamente, casi sin error. Y eso es algo que también me gusta, esta espontaneidad", confesó.

 OBRA QUE SE QUEDA EN DURANGO

Estar en Durango y recibir respuestas tan positivas del público le ha dado una satisfacción profunda. "Me da mucha alegría, porque significa que ahí, cuando uno está en el taller, todo callado, todo trancado, trabajando para 'la gaveta' como le dice, y que un montón de gente conecte con la obra, te sientes muy tranquilo, muy en paz, muy agradecido sobre todo", dijo.

Tal ha sido la aceptación que una de sus piezas se vendió apenas comenzó la exposición. "Estábamos aquí en la galería y se me acerca un señor y me dice 'yo fui quien la compró'. Fue bien chistoso, ¿sabes? Ya nos sentamos a platicar. Me dijo algo que adoro mucho. Me dijo que la luz es algo que le llamó la atención, que entró y la luz lo atrajo, o sea, había algo prendido ahí. Y casualmente este cliente me dijo que tenía muchas lámparas, que en su casa hay muchas lámparas de este tipo. Y que ya se vaya a quedar acá en Durango significa que no solamente los de Guadalajara me van a estar conociendo, sino también un público tan ameno como el de Durango, entonces me siento muy feliz", concluyó.

La obra de Danco Duportai se exhibe actualmente en Mac Atelier, ubicada en calle Nogal no. 113, en el Barrio del Calvario.

¿Sabías que...?

Comenzó a integrar elementos miniatura como parte de una práctica en su especialidad llamada "Algo que tú nunca harías".

Un rostro, una lámpara, una escena suspendida: así se define el universo pictórico de Danco Duportai.
Un rostro, una lámpara, una escena suspendida: así se define el universo pictórico de Danco Duportai.

Las obras en pequeño formato del artista cubano combinan precisión técnica y narrativa emocional, como si cada trazo fuese una historia portátil.
Las obras en pequeño formato del artista cubano combinan precisión técnica y narrativa emocional, como si cada trazo fuese una historia portátil.

Una lámpara encendida guía la mirada en la obra de Danco Duportai, donde el cuerpo se vuelve silueta y la luz se convierte en memoria.
Una lámpara encendida guía la mirada en la obra de Danco Duportai, donde el cuerpo se vuelve silueta y la luz se convierte en memoria.

Fragmentos de escenas, retratos o gestos se vuelven piezas íntimas que pueden cerrarse en la mano y llevarse como un recuerdo que no se quiere soltar.
Fragmentos de escenas, retratos o gestos se vuelven piezas íntimas que pueden cerrarse en la mano y llevarse como un recuerdo que no se quiere soltar.

Escrito en: exposición Durango arte Danco, obra, lámpara, piezas

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