
La muestra estará abierta al público en el café por lo menos dos semanas más.
EL SIGLO DE DURANGO
EL SIGLO DE DURANGO
En el corazón de la ciudad de Durango, una pequeña galería al interior de un café del centro se ha convertido en el escenario donde tres mujeres fotógrafas, Silvia Ayala Equihua, Carolina Ortiz y Vita, quienes presentaron de manera emergente su visión del mundo natural a través de la lente.
La muestra titulada "Tres miradas, una luz", que permanecerá al menos dos semanas abierta al público, es el resultado de un proceso de exploración artística acompañado por la fotógrafa duranguense Ilse Trujillo, quien ha fungido como mentora de las autoras.
A lo largo de la exposición, las artistas despliegan una serie de paisajes detenidos en el tiempo, capturados con la sensibilidad de quien redescubre el entorno y a sí misma a través del acto de mirar.
Cada imagen es una pausa, una observación aguda del color, la luz y la textura que componen los escenarios cotidianos de nuestro territorio.
El texto de sala que acompaña la muestra hecho por el Maestro Rubén Ontiveros, propone una reflexión sobre el papel de la luz como elemento narrativo. "El artista tiene una respuesta en tránsito: es la luz, su didáctica silenciosa, su rebote que llena nuestros ojos y cuya frecuencia determina el color". Así, la exposición no solo invita a contemplar paisajes, sino también a cuestionar quién decide qué es lo digno de ser observado y recordado.
En una de las imágenes expuestas, por ejemplo, se aprecia un cielo crepuscular encendido por nubes en tonos naranja y fuego, que se despliega sobre una línea de árboles en penumbra. La escena, parentemente simple, cobra fuerza en la manera en que la luz se posa sobre cada elemento, transformando un momento ordinario en una estampa de profunda belleza. Es esta atención al instante, al gesto leve de la naturaleza, lo que hermana el trabajo de las tres autoras. Otras de las fotografías retratan la naturaleza, ya sea en arboles y hojas como en flores silvestres.
Como bien lo expresa el texto curatorial, esta muestra recuerda que "en un parpadeo, la leyenda de la fotografía, del valor de su vida en evolución constante, de los fogonazos de magnesio... y el futuro permanentemente efímero y deslumbrante".
Silvia, Carolina y Vita se posicionan así en un punto de partida luminoso, dejando claro que los días del asombro no han terminado, y que en cada disparo de sus cámaras, aún hay mucho por ver.
"Tres miradas, una luz" se expone en el café Bruné, ubicado en calle Bruno Martínez, entre Negrete y 20 de noviembre, en la zona centro de Durango.