Iram Uranga Armendáriz: el duranguense que desató una masacre por 250 mil dólares
Santiago Papasquiaro, enclavado en la sierra duranguense, ha sido históricamente tierra de ganaderos, comerciantes forestales y migrantes que regresan cada diciembre con dólares y nostalgia. En ese paisaje, Iram Uranga Armendáriz creció en el seno de una familia dedicada a actividades forestales y pecuarias, y ya en su etapa adulta, mantenía vínculos comerciales con ciudadanos estadounidenses de raíces locales. Entre ellos, los Peña, una familia que viajaba cada año desde Chicago para celebrar las fiestas en Ciénega de San José.
Iram no figuraba en bases judiciales ni en medios locales, no tenía redes sociales ni empresas registradas, pero negociaba terrenos por cientos de miles de dólares y conducía un Jeep Rubicón 2023. Su entorno económico era medio-alto, discreto, sin señales de violencia previa, y la relación con las víctimas era cercana, ya que compartían negocios, fiestas y confianza. Todo estaba estable, hasta que un adeudo de 250 mil dólares por un terreno forestal y minero encendió la mecha.
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¿Qué fue lo que hizo Iram Uranga Armendáriz?
La noche del 27 de diciembre de 2024, la fiesta en Ciénega de San José transcurría entre música norteña, abrazos navideños y vasos de whisky. Iram Uranga llegó acompañado de su pareja, Ivette, y se encontró con Antonio Fernández, Vicente Peña Jr., Jorge Eduardo Vargas Aguirre y el menor, Jason Peña. La conversación derivó en reclamos por un adeudo de 250 mil dólares, por el cual testigos afirman que Iram se mostró evasivo, luego molesto. Alrededor de las 21:00 horas, salió en su Jeep Rubicón seguido por los tres adultos y el menor Jason en una camioneta Yukon con placas de Illinois.
En un tramo solitario de la carretera Nuevo Ideal–Santiago Papasquiaro, cerca del poblado Chinacates, Iram detuvo su vehículo, descendió con una pistola calibre 9 mm y disparó a quemarropa en contra de la familia. Antonio cayó primero. Vicente intentó correr, pero recibió dos impactos en el torso. Jorge Eduardo fue alcanzado en la cabeza. Jason, aún en el asiento trasero, recibió un disparo en la sien. Tras realizar la masacre, Iram volvió a su vehículo, se alejó unos metros, luego regresó para asegurarse de que no quedaran sobrevivientes. Solo el menor, milagrosamente, seguía con vida.
¿Qué sentencia recibió Iram Uranga Armendáriz?
Ocho días después del crimen, el 4 de enero de 2025, Iram Uranga fue localizado en Durango Capital y fue detenido por agentes de la Fiscalía estatal, con apoyo de la Guardia Nacional, y no opuso resistencia al arresto. Llevaba la misma ropa con la que había huido y en su declaración inicial no mostró arrepentimiento, acotando que lo habían provocado y que aquel dinero era suyo.
Finalmente, el 5 de enero, en procedimiento abreviado, fue sentenciado a 66 años, 7 meses y 9 días de prisión por homicidio calificado y lesiones agravadas; también se le impuso una multa de 520,810 pesos y una reparación del daño por 3.7 millones de pesos. La Fiscalía cerró el caso con una frase seca: “No habrá impunidad”. Jason Peña, el único sobreviviente de tan horrido incidente, fue trasladado a Houston con una bala alojada en el cráneo y fue inducido a un coma en busca de salvarle la vida. Tenía 14 años.
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