
'Las muertes vienen de tres': el mito que volvió tras fallecimientos de estrellas el rock en 2025
En cuestión de días, el mundo de la música perdió a tres figuras emblemáticas: Anthony Jackson, pionero del bajo de seis cuerdas; Ace Frehley, guitarrista original de KISS; y Sam Rivers, bajista de Limp Bizkit.
Tres nombres que marcaron generaciones y que, de golpe, reavivaron una vieja teoría que cada tanto regresa con fuerza: “las muertes siempre vienen de tres”.
Una superstición que nunca muere
La idea de que las tragedias o muertes de celebridades ocurren en grupos de tres es casi tan antigua como el propio espectáculo. En la cultura popular, el número tres ha estado asociado con ciclos, finales y renovación. Desde la religión hasta la numerología, se considera un número “completo”, lo que ha alimentado la percepción de que los eventos trágicos también obedecen a ese patrón.
Cada vez que fallecen figuras públicas con pocos días de diferencia, las redes se llenan de comentarios como “ya van dos” o “falta uno”, convirtiendo la coincidencia en una narrativa colectiva que mezcla duelo, curiosidad y superstición.
De la coincidencia a la cultura viral
En tiempos de redes sociales, esta creencia se ha amplificado. Las muertes de celebridades generan oleadas de nostalgia y conversación, pero también comparaciones y teorías. Algunos recuerdan tríos pasados, como las muertes casi consecutivas de Michael Jackson, Farrah Fawcett y Ed McMahon en 2009, para reforzar la idea de un “patrón invisible” que rige la fama.
Un mito con raíces antiguas
Aunque parezca un invento moderno, el mito tiene raíces profundas. El número tres ha sido símbolo de plenitud desde tiempos antiguos, presente en la Santísima Trinidad o en la numerología como cifra “perfecta” que representa inicio, desarrollo y cierre.
En la Primera Guerra Mundial, incluso circulaba la superstición de que el “tercer hombre en encender su cigarro con la misma cerilla moriría”, lo que reforzó la idea de que el tercero siempre trae la mala suerte.
Con la llegada de Hollywood y los tabloides, esta creencia encontró su versión moderna: “las muertes de los famosos siempre vienen de tres.”
Coincidencias que alimentaron el mito
A lo largo de los años, varias “trilogías” de muertes han quedado grabadas en la memoria popular:
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2009: Michael Jackson, Farrah Fawcett y Ed McMahon murieron en un lapso de solo tres días.
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2016: el año más citado por los fans de la música, con las partidas de David Bowie, Prince y George Michael.
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2020: el cine despidió a Kirk Douglas, Max von Sydow y Ian Holm, todos íconos de distintas generaciones.
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2022: el espectáculo lloró a Olivia Newton-John, Anne Heche y Coolio, otro trío que avivó la superstición.
Estas coincidencias, aunque explicables por simple azar, han contribuido a reforzar el mito, sobre todo cuando las pérdidas pertenecen a un mismo ámbito, como el cine o la música.
Tres leyendas, un mismo legado
Más allá de las teorías, las muertes de Jackson, Frehley y Rivers dejan un vacío real en la historia del rock. Cada uno transformó su instrumento en voz propia y cambió la forma en que entendemos la música moderna.
Su partida, más que un presagio, es un recordatorio de lo efímero, pero poderoso que puede ser el legado de un artista.