Liga MX: ¿Gago tiene los días contados? Necaxa apostaría por otro técnico con pasado turbulento

Fernando Gago parece tener los días contados en Necaxa, pues el equipo rojiblanco suma apenas 10 puntos en 14 jornadas del Apertura 2025, con solo dos victorias y ocho derrotas, números de carácter catastrófico. La afición ha intensificado el clamor de “¡Fuera Gago!” y la directiva ya analiza escenarios para el Clausura, aunque todo apunta a que el argentino seguirá en el banquillo hasta el cierre del torneo.

Los números no perdonan; los Hidrorayos ocupan el lugar 17 de 18, con 26 goles recibidos y apenas 14 anotados, lo cual ha llevado al estratega argentino a reconocer públicamente que es el máximo responsable de la crisis, pero sus declaraciones no han calmado el ambiente. En Aguascalientes se habla de alternativas y todo indica que el relevo podría llegar antes de lo previsto.

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¿Un polémico regreso al futbol mexicano?

Según información del periodista Carlos Ponce de León, Necaxa ya tendría en la mira a Martín Anselmi como posible reemplazo de Fernando Gago para el próximo torneo, en una jugada que repetiría el patrón de apostar por técnicos jóvenes, propositivos y con salidas polémicas en su historial. El argentino, de 40 años, dejó Cruz Azul en medio de controversia para dirigir al Porto, donde no logró consolidarse, y actualmente se encuentra sin equipo, a la espera de una nueva oportunidad.

El nombre de Anselmi ya había sonado en clubes como Pumas y León, pero su perfil encajaría con la estrategia necaxista de revitalizar el proyecto con una propuesta ofensiva y moderna, aunque no exenta de riesgos. Su regreso a la Liga MX estaría marcado por cuentas pendientes y una afición dividida, pero también por la posibilidad de demostrar que su estilo puede triunfar sin repetir los errores del pasado.

Anselmi, un ya conocido de la Liga MX

La salida de Martín Anselmi de Cruz Azul fue tan abrupta como polémica, ya que el técnico argentino dejó el proyecto celeste para aceptar una oferta del Viejo Continente, luego de que la directiva le armara el equipo a su gusto y le permitiera jugar como local en el Estadio Olímpico Universitario. Su partida enfureció a la afición, que lo acusó de romper códigos y abandonar el club sin despedirse.

Fernando Gago, por su parte, se encamina a cerrar otro ciclo sin pena ni gloria. Como ocurrió en Chivas y Boca Juniors, su salida parece marcada por promesas incumplidas, números pobres y una afición que nunca terminó de creerle. En Necaxa deja un equipo hundido en la tabla, con más dudas que certezas, y una gestión que, lejos de revolucionar, terminó por confirmar un patrón de inestabilidad que lo persigue desde Argentina hasta Aguascalientes.

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