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Papel de la defensa nacional en la seguridad nacional

Con México en la mente

H?CTOR S?NCHEZ GUTI?RREZ

La Defensa Nacional, entendida en su concepción contemporánea, no se limita a la respuesta militar frente a amenazas externas, sino que constituye un componente esencial del sistema de Seguridad Nacional con enfoque multidimensional. Este documento plantea los fundamentos doctrinales y estratégicos que justifican su integración funcional con los sistemas de inteligencia y propone líneas de rediseño institucional que fortalezcan la planificación e intercambio de inteligencia estratégica y operativa.

El fundamento doctrinal y estratégico de la Defensa Nacional en la Seguridad Nacional forma parte del esfuerzo permanente del Estado por preservar su soberanía, independencia, orden constitucional y seguridad interior frente a amenazas convencionales, irregulares o híbridas. Su base constitucional y legal son el Artículo 89, fracción VI: atribuye al Ejecutivo Federal la responsabilidad de la Seguridad Nacional y el mando de las Fuerzas Armadas; y la Ley de Seguridad Nacional (2005): que establece las amenazas a la Seguridad Nacional y las competencias del aparato estatal, aunque requiere una actualización para incorporar nuevos dominios como la ciberseguridad o la protección de infraestructura crítica.

Su Doctrina y estrategia militar nacional está basada en los Planes DN-I (defensa exterior), DN-II (seguridad interior) y DN-III (apoyo a la población civil) y los principios de disuasión, unidad de esfuerzo, adaptabilidad y coordinación interinstitucional.

Las familias institucionales que cohesionan la inteligencia estratégica, operativa y táctica, son: Sedena y Semar: con inteligencia militar, vigilancia territorial, interdicción y ciberdefensa. La GN, SSPC y UIF aportan inteligencia operativa y criminal, vinculada con seguridad interior. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI): inteligencia operativa-táctica y contrainteligencia en seguridad publica civil. La SRE, SAT, SEGOB: generando Inteligencia diplomática, fiscal y migratoria; y otros organismos sectoriales: tecnología, energía, salud, ciencia.

Las funciones vinculantes en la seguridad son la planeación estratégica conjunta, evaluación permanente de amenazas, intercambio sistemático de inteligencia, protección de infraestructura estratégica y sectores vulnerables; y la participación activa en operaciones de seguridad interior con supervisión civil. Consolidando una seguridad nacional ética y eficaz, en la defensa del Estado y del bienestar colectivo.

Cualquier propuesta de rediseño institucional que se haga debe considerar: actualizar integralmente la Ley de Seguridad Nacional; incluir dominios emergentes como ciberseguridad, amenazas tecnológicas, crimen transnacional, pandemias; redefinir geográfica y temáticamente las amenazas con mayor flexibilidad y coherencia estratégica frente a desafíos complejos, interdependientes y de alcance global.

La creación de un "Centro Nacional de Inteligencia Estratégica para la Seguridad Nacional (CENIE)" permitirá dotar al Estado mexicano de un órgano civil, rector e integrador del sistema de inteligencia nacional, articulando capacidades militares, sectoriales y civiles. Su estructura se organiza en niveles jerárquicos de inteligencia -estratégica, operativa y táctica- que respondan de forma diferenciada a amenazas de corto, mediano y largo plazo. Bajo su conducción, -un protocolo nacional de intercambio de inteligencia- establecerá sistemas unificados de información, normas comunes de clasificación y mecanismos de supervisión legal y ética, asegurando así una inteligencia eficaz, interoperable y plenamente compatible con el Estado de derecho.

La Defensa Nacional, como tarea permanente del Estado, debe integrarse funcionalmente al sistema de Seguridad Nacional bajo una visión actualizada, "legalmente dirigido política y administrativamente por un comandante supremo civil". Siendo imprescindible articular sus capacidades militares con el aparato de inteligencia estratégica, fortalecido institucionalmente para garantizar eficacia, legalidad, interoperabilidad y respeto a los derechos humanos.

En este contexto, la seguridad pública anticipa y contiene la violencia, crimen organizado y perturbación del orden interno, simbióticamente con el sistema de investigación del delito y procuración de justicia, garantizando el Estado de derecho, la legalidad y legitimidad de la acción del Estado. Integrando su inteligencia operativa y táctica interinstitucionalmente con cuerpos militares y civiles, y las garantías judiciales que fortalezcan la confianza ciudadana. Su articulación efectiva con los otros dos pilares Desarrollo-Diplomacia es indispensable para anticipar y evitar la fragmentación del poder estatal, reducir impunidad estructural y consolidar una seguridad nacional centrada en derechos y justicia.

Estos pilares tienen sus propias formas de inteligencia -militar, económica y diplomática- conformando una arquitectura nacional de inteligencia estratégica coordinada, ética y civilmente supervisada. Garantizando una respuesta oportuna, profesional y eficaz a los desafíos a la seguridad integral de México.

La Defensa Nacional, como función permanente del Estado, es parte vital del sistema de Seguridad Nacional con visión actualizada, legalmente sólida y civilmente conducida. Articula sus capacidades militares con el aparato de inteligencia estratégica, mediante un diseño institucional que garantiza eficacia, legalidad, interoperabilidad y respeto a los derechos humanos.

* El autor de esta colaboración es General de División de Estado Mayor, Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales y Presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM.

Escrito en: Grupo Firme en Durango concierto Grupo Firme Durango inteligencia, Nacional, Seguridad, seguridad

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