¿Por qué se relaciona a Vector, institución bancaria acusada de lavado de dinero, con AMLO?
En días recientes ha resurgido el debate sobre la relación entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y diversas instituciones financieras señaladas por autoridades estadounidenses de facilitar operaciones de lavado de dinero, entre ellas, la firma Vector Casa de Bolsa.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha intensificado el escrutinio sobre bancos e instituciones financieras mexicanas que, presuntamente, han sido utilizadas por grupos criminales para mover recursos ilícitos. En esta lista, además de entidades como CIBanco e Intercam, apareció Vector, una de las casas de bolsa más grandes del país, que ha mantenido presencia en el sector desde hace más de 40 años.
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La polémica se intensificó cuando medios de comunicación y analistas comenzaron a vincular a Vector con el presidente López Obrador, principalmente a través de Alfonso Romo, empresario regiomontano que fue jefe de la Oficina de la Presidencia durante los primeros años del actual sexenio.
Romo ha sido un personaje clave en el enlace entre el sector privado y el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, y su cercanía con Vector, empresa con la que ha estado relacionado financieramente, ha despertado sospechas sobre posibles conflictos de interés.
Aunque no existen acusaciones formales que impliquen directamente a AMLO, las conexiones han sido suficientes para generar suspicacias en la opinión pública sobre el trato preferencial hacia ciertas instituciones financieras.
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Cabe destacar que las autoridades mexicanas no han emitido un posicionamiento formal que refute o confirme la información proveniente de Estados Unidos, lo cual ha alimentado aún más el debate público. Mientras tanto, tanto Vector como las demás instituciones señaladas niegan categóricamente haber participado en actividades ilícitas y afirman estar colaborando con las investigaciones.
El caso pone gran atención en el sistema financiero mexicano frente a delitos como el lavado de dinero, así como la necesidad de mayor transparencia en las relaciones entre el poder económico y el político.