Negocios que han cerrado en Durango en 2025: de RadioShack a Applebee’s, ¿qué está pasando?
El 2025 ha sido un año duro para el comercio en Durango. A la lista de cortinas bajadas se suman nombres conocidos como RadioShack, Applebee’s y varios restaurantes que durante años formaron parte del paisaje de la ciudad.
Las cámaras empresariales advierten que la tendencia no es pasajera: altos costos, menor consumo y falta de incentivos están provocando una ola de cierres que afecta tanto a franquicias nacionales como a negocios locales.
Los restaurantes que cerraron este año en Durango
Entre los casos más visibles está el de Applebee’s, que tras 17 años en Paseo Durango bajó la cortina de forma definitiva. En el mismo centro comercial, RadioShack, Mievic y USA Shoes siguieron el mismo camino.
En el sector restaurantero, nombres emblemáticos como Caféíno, La Cabaña, Pez Globo, Las Alitas y Doña Julia también cerraron sus puertas durante 2025. De acuerdo con la CANIRAC, al menos ocho establecimientos de comida formal han cesado operaciones en lo que va del año, principalmente por el encarecimiento de insumos y servicios.
En el Centro Histórico, alrededor de diez pequeños comercios han desaparecido por la baja afluencia y las rentas elevadas. Y más allá del sector gastronómico, la CMIC Durango confirmó que uno de cada cuatro empresarios de la construcción ha cerrado su compañía ante la falta de obra pública.
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Mantener un negocio abierto, un reto diario
Empresarios locales coinciden en que hoy es más caro sostener un negocio que abrir uno nuevo. Rentas que superan los 60 o 70 mil pesos mensuales, costos de mantenimiento altos y ventas en descenso se han vuelto la nueva realidad.
“Hay locales que pagan hasta 70 mil pesos mensuales en renta, sin contar personal o servicios; si las ventas bajan, simplemente no hay manera de sostenerse”,explicó un dirigente de CANACO.
El deterioro de las plazas comerciales y el bajo flujo de visitantes agravan la situación. En Paseo Durango, por ejemplo, locatarios han denunciado falta de mantenimiento y altos cobros administrativos, factores que terminan por empujar la salida de más negocios.
Locales vacíos, calles más silenciosas
Detrás de cada cierre hay un impacto directo: empleos perdidos, pérdida de movimiento económico y una ciudad que luce cada vez más vacía.
En avenidas como 20 de Noviembre y Fanny Anitúa, los letreros de “se renta” se multiplican. En las plazas, las fachadas cubiertas con papel opaco se han vuelto parte del panorama cotidiano.
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Qué se puede hacer para frenar los cierres
Los sectores empresarial y académico coinciden en que este momento puede ser una oportunidad para repensar el modelo comercial de Durango.
Entre las propuestas destacan la reducción temporal de impuestos municipales, la modernización de plazas comerciales, el fomento al comercio digital y la revitalización del Centro Histórico con nuevos giros, eventos y estímulos para emprendedores.
Porque, mientras algunas cadenas se reestructuran a nivel nacional, los cierres en Durango son un reflejo de algo más profundo: la fragilidad de una economía local que busca reinventarse antes de que más cortinas bajen para siempre.