Monumento. Se erigió al exterior de la Catedral una estatua.
Con un arreglo de flores que se colocó en el monumento a Juan Pablo II, el cual se encuentra en el atrio de la Catedral Basílica Menor, se recordaron los 35 años de la visita de este que ha sido el único Papa en visitar Durango.
Aquel 9 de mayo de 1990, Juan Pablo II llegó a Durango, donde permaneció dos días. Fue recibido por grupos de niños, niñas, jóvenes y adultos que, vestidos de blanco, hicieron vallas humanas a lo largo del bulevar Francisco Villa para ver pasar el papamóvil.
Asimismo, acudió al Centro de Reinserción Social No. 1 (Cereso), donde platicó con los internos; estuvo también en la Catedral de Durango, en el Teatro Ricardo Castro y, en el marco del Día de la Madre, encabezó una misa especial en el estacionamiento de un centro comercial, en el fraccionamiento Jardines de Durango.
A 35 años de distancia, fue recordada esta memorable visita que permanece en la memoria colectiva de los duranguenses y personas de otros lados ya que inclusive acudieron a la entidad habitantes de otros estados y países.
Fue un acontecimiento que no se repetiría hasta la fecha ya que se trata del único Papa que ha visitado Durango.
Entre las frases emblemáticas que pronunció en el estado, habló sobre la importancia de orientar el progreso de la sociedad al bien común.
"Conviene recordar que el progreso en la sociedad debe estar orientado al bien común de todos los ciudadanos, es decir, evitando la tentación de convertir la comunidad nacional en una realidad al servicio de los intereses particulares de la empresa", pronunció en uno de sus mensajes.
