
SOBRE PACO IGNACIO TAIBO II, LA NECEDAD IGNORANTE Y LA CUOTA PATRIARCAL IG: @SACNCALDERON ITINERANTE POR: SAC NICT? GUEVARA
Paco Ignacio Taibo II se volvió noticia durante la presentación de un nuevo proyecto de difusión del Fondo de Cultura Económica, en octubre pasado, cuando al ser cuestionado por la poca inclusión de escritoras en la lista del proyecto (7 de un total de 27 autores), declaró con toda la audacia misógina que fue capaz de reunir en unos segundos: "un poemario escrito por una mujer, horriblemente asqueroso de malo, no merece ser mandado a una biblioteca".
Este martes, en la FIL Guadalajara, la periodista Beatriz Guillén lo interrogó al respecto durante una nueva presentación del proyecto, y Taibo insistió en que no eran necesarias más mujeres en la colección, que "sigue el eje del Boom".
"Tenemos a autoras, por ejemplo, como Nona Fernández, que no es del boom. O Fabrizio Mejía, que tampoco es del boom y sí está aquí dentro", le dijo la reportera.
"Pero, perdón, ¿tú quieres hacer la colección del boom con cuota, masculino femenina? ¿Esa es tu intención, tu interés, tu pasión como lectora?", respondió Taibo.
Qué bendito paraíso es la ignorancia, la cero autocrítica. Diría Ariana Grande: "encuentro algo dulce tu comportamiento porque debe ser lindo ser tan tonto".
Yo había escrito ya sobre esto hace dos años y quería escribir sobre algo más, pero no puedo quedarme callada y, aviso de una vez, tampoco puedo ser diplomática.
Taibo es la representación de esas generaciones que se niegan a avanzar con el mundo, que ven cualquier cosa que se salga de las representaciones patriarcales como amenaza y aman decir cosas como: "ahora quieren arruinar el lenguaje" o "ahora de todo se ofenden". De ahí sale esa palabra que repite como perico del siglo XVII: cuota.
Para él una representación equitativa es "cuota", aún cuando en la actualidad la literatura latinoamericana la lideran las mujeres y es bien sabido que muchos de esos nombres del Boom construyeron su carrera porque tenían a esposas solucionándoles la vida, y, en uno que otro caso, siendo violentadores. A los señores como Taibo les molesta que una hable de estos temas, porque es infinitamente más cómodo ese mundo en el que nunca son responsables de nada, ni siquiera de aprender, de salir de su burbuja. Qué maravillosa sería una colección que realmente democratizara el acceso a escritores que son poco conocidos, poco editados. De García Márquez (incluido en la colección) se pueden encontrar libros digitales gratuitos por cualquier rincón del internet, pero conseguir un libro de Idea Vilariño, algunos de Pizarnik e incluso otros más de Rivera Garza, especialmente los primeros que publicó, (ninguna de ellas incluida), sigue siendo complejo y a menudo caro, por lo que no cualquier persona puede acceder a ellos.
En un momento, Taibo le dice a Beatriz Guillén que "le duele el corazón que no pudo incluir en la colección a Cortázar". A Cortázar. Repito porque sé muy bien que suena absurdo: a Córtazar, el más "desconocido" de absolutamente todos los autores argentinos de absolutamente toda la historia, que no necesita publicidad ni distribución gratuita. Las cosas no son muy diferentes al interior del país. Les invito a que revisen "la cuota" de participación de hombres y mujeres en las actividades del pasado Mes de la Lectura y el Libro Duranguense, por poner un ejemplo cercano.
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La escritora uruguaya Fernanda Trías acaba de ganar el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz por segunda vez.
La escritora mexicana Guadalupe Nettel ganó el Prix Jan Michalski de Littérature 2025 hace una semana.
Y la también mexicana Valeria Luiselli recibió el Premio Mondello Autore Straniero.
Y si retrocedemos en el tiempo, porque de cualquier forma Taibo no tiene claridad en sus propios criterios, Gabriela Mistral fue la primera latinoamericana en ganar el Nobel.
Por mencionar sólo un par de ejemplos.
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Que existan señores de la edad de Taibo, y mayores, y menores, que no saben o no aceptan la calidad literaria de las escritoras latinoamericanas es culpa precisamente de señores como Taibo y de instituciones como la FCE, que no sólo no hacen su trabajo de difundir la literatura cómo se debe, sino que siguen llenando sus libreros con las mismas ediciones multiplicadas y dando conferencias y ofreciendo talleres con La Fiesta del Chivo y El Laberinto de la Soledad, como si fueran lo mejor que ha salido del continente y no la representación de un grupito de escritores que tuvieron miles de condiciones a su favor para convertirse en canónicos y, por tanto, intocables.
No nos equivoquemos: lo que está haciendo Taibo desde su posición de poder es invisibilizar deliberadamente el trabajo magnífico de las escritoras latinoamericanas. Hacer una colección dedicada casi en su totalidad a hombres y querer justificarla al decir que "está enfocada en el Boom" cuando los criterios no son claros y los autores incluidos no pertenecen en su totalidad al Boom sí es cumplir una cuota, la cuota misógina, ignorante y patriarcal que le toca.