
'Wicked 2' llega a los cines, ¿qué dice la crítica?
En un año dominado por grandes franquicias cinematográficas, pocas secuelas han generado tanta expectación como “Wicked: For Good”, la segunda y última parte de la adaptación del musical que marcó a Broadway.
Y es que tras el impacto emocional de la primera cinta, Jon M. Chu vuelve para cerrar la historia de las brujas de Oz con una propuesta más ambiciosa, más íntima y más política. Esta entrega conecta directamente con la leyenda de “El Mago de Oz”, expandiendo su universo con nuevas capas emocionales y visuales.
UNA HISTORIA QUE CONTINÚA
“Wicked: For Good” retoma la trama justo donde terminó la primera película. Elphaba, interpretada nuevamente por Cynthia Erivo, vive escondida y perseguida tras ser declarada la Bruja Mala del Oeste. Su narrativa se vuelve más introspectiva, mostrando las consecuencias reales de la marginación y la propaganda.
Mientras tanto, Glinda, encarnada otra vez por Ariana Grande, enfrenta el peso político y emocional de ser “la Bruja Buena” en un Oz convulsionado por tensiones sociales y discursos manipulados. Su evolución explora la complejidad de sostener una imagen pública idealizada frente a una realidad moralmente contradictoria.

EL REGRESO DEL ELENCO PRINCIPAL
El reparto original vuelve casi en su totalidad. Jonathan Bailey retoma a Fiyero, atrapado entre su conciencia y su corazón; Jeff Goldblum regresa como el Mago, más ambiguo que nunca; y Michelle Yeoh vuelve como Madame Morrible, eje de la maquinaria política de Oz.
La música, firmada por Stephen Schwartz, incorpora dos nuevos temas: “No Place Like Home”, interpretada por Erivo con una profundidad desgarradora, y “The Girl in the Bubble”, a cargo de Grande, que acompaña su despertar moral.
Este capítulo también introduce la llegada de Dorothy, cuya presencia altera el destino del reino y enlaza la historia con la mitología clásica de L. Frank Baum.

LO QUE ABORDA ESTA SEGUNDA PARTE
La película expande los temas de identidad, justicia y manipulación de la verdad. Examina cómo los sistemas de poder moldean héroes y villanos según sus intereses, y cómo incluso la bondad puede deformarse cuando está ligada a la publicidad política. Elphaba y Glinda funcionan como espejos emocionales, mostrando los costos de resistir o someterse al sistema.
¿QUÉ DICE LA CRÍTICA?
Las reacciones han sido variadas. Associated Press destaca que la monumentalidad visual a veces hace que la película se sienta “demasiado teatral”, aunque reconoce su lectura política y emocional. People la describe como “épica y tierna”, elogiando la fuerza de la amistad entre sus protagonistas.
El País señala su trasfondo de alegoría política sobre la verdad y la memoria, mientras que otros medios critican que su espectacularidad puede ralentizar el ritmo.
Sin embargo, “Wicked: For Good” ofrece un cierre brillante para los fans del musical y del cine fantástico. Su propuesta visual es deslumbrante, las actuaciones poseen un peso emocional notable y la historia deja un mensaje potente sobre la amistad, la resistencia y la necesidad de cuestionar los relatos oficiales.
Es una película que se disfruta por su espectáculo, pero que permanece en la mente por sus preguntas sobre quién cuenta la historia y con qué propósito.
