Eva de San Martín de Lieja, Beata
Monja de Claustro
Etimológicamente significa “la que da vida”. Viene de la lengua hebrea.
Este nombre, que llevan tantas chicas de cualquier cultura, aparece, de una forma más clara, en el libro titulado “Vida de la beata Juliana”, su amiga íntima.
Eran tan amigas que todo se lo confiaban. De ellas surgió la celebración de la fiesta del Corpus.
Vino al mundo en 1205. El ambiente en el que se educó no era el más propicio para alimentar una profunda vida cristiana. Era un mar de dudas.
Poco a poco, sin embargo, Juliana le fue aclarando todo su rico manantial -aunque inexplorado– de su alma estupenda.
Tuvo la fortuna de que la visitara a menudo su amiga.