El entrenamiento con cargas progresivas es el medio por el cual obligamos a los músculos a crecer. El estímulo regular de los pesos que empleamos para ejercitarnos les obliga a aumentar su tamaño; siempre y cuando después se aporte los nutrientes necesarios para que ese proceso se lleve a cabo.
Pero si el estímulo primordial que es originado por el peso no existe o es insuficiente, pues lo dicho no habrá crecimiento o éste será minino.
Pero cuidado, el estímulo no es siempre entrenar con el mismo peso. Eso provoca el crecimiento durante los primeros días pero una vez que el músculo se ha adaptado a ese peso, con el consiguiente aumento de tamaño en el mejor de los casos, el resultado será mantener el mismo tamaño pero no incrementarlo.
Por consiguiente si el objetivo es crecer, el peso empleado en todos y cada uno de los ejercicios que componen nuestra rutina de entrenamiento debe crecer también.
Luego si el aporte calórico diario es el adecuado, los niveles de fuerza irán gradualmente progresando y con ello la hipertrofia muscular y las ganancias del peso magro.
Es más, en función de los objetivos y de la etapa del año, volumen o definición, podremos variar la dieta para aumentar de peso o acentuar la reducción de grasa corporal, pero en cualquier caso el aumentar de peso en los ejercicios de manera gradual es muy recomendable.
Sin embargo, el error más habitual cuando se habla de entrenar cada vez más pesado es pensar que hay que llegar a hacer series de muy pocas o incluso única repetición.
Ni siquiera los levantadores que son los deportistas que buscan batir records de fuerza, hacen este tipo de entrenamiento.
Y además eso no es conveniente por dos razones fundamentales, porque eleva exponencialmente el riesgo de lesión, además por que ese tipo de trabajo está más indicado para mejorar los niveles de fuerza articular, pero no para producir la hipertrofia de los músculos.
El objetivo es aumentar los pesos que se están empleando cotidianamente en el gimnasio, pero sin que ello conlleve una reducción en el número de repeticiones que se está haciendo.
Lo que no debe hacerse es aumentar el peso y disminuir las repeticiones, por que no es ningún paso adelante, así no se sobrecarga el músculo.
Por ejemplo, si estás haciendo diez repeticiones con 100 kilos de press de banca y subes a 105 kilos para reducirlas entre seis y ocho repeticiones, ¿dónde está el progreso? Habrás retrocedido.
Intrínsecamente, sobrecargar un músculo es obligarlo a soportar una mayor carga de trabajo y si con una serie de diez repeticiones de 100 kilos los pectorales soportan una sobrecarga de mil kilos, con otra de ocho repeticiones y 105 kilos la carga total de trabajo de la serie baja a 840 kilos, o sea que habrás bajado la sobrecarga en 16 por ciento.