El Senado de la República atesora obras de arte en sus pasillos, escaleras o en el comedor, valuadas en 1.4 millones de dólares, unas, y otras, en más de un millón de pesos.
EL UNIVERSAL reveló el 24 de febrero pasado que no hay autores renombrados, salvo una réplica de Siqueiros.
Hoy se da a conocer que buscan una obra para su nueva sede en construcción en Paseo de la Reforma con valor de entre 37 y 50 millones de pesos, según el autor.
El informe del Senado da cuenta que ha logrado reunir en su historia 121 pinturas, esculturas y hasta un reloj de bolsillo de la marca Longines, que fue propiedad de Belisario Domínguez, con un valor de 10 mil dólares, que por años ha visto pasar tras una vitrina del salón Colosio a presidentes, dignatarios y a legisladores de otros países y mexicanos.
A lado del reloj de Belisario Domínguez hay un pastillero de latón plateado de origen francés, que alguna vez conservó pastillas en el bolsillo del presidente Benito Juárez, Benemérito de las Américas, y que hoy tiene un valor de 4 mil dólares.
La obra de arte más cara de todas las que posee el Senado es un óleo sobre tela, del autor Desiderio H. Xochitiotzin, valuada en 250 mil dólares. La pieza está en el comedor de los senadores del antiguo edificio de Donceles.
La sede central, en calle de Xicoténcatl, que lo mismo ha sido escuela que hospital desde su construcción en el siglo XVII, cuenta con un patio central donde colocaron la escultura, obra del autor jalisciense Miguel Miramonte y valuada en 50 mil dólares, del mártir del Senado: Belisario Domínguez, chiapaneco que protestó vehementemente contra el régimen de Victoriano Huerta, quien lo asesinó y un compadre suyo le cortó la lengua que ofreció al dictador como regalo.
Un informe sobre las obras, documentos históricos y obsequios protocolarios del Senado, indican que los bienes están asegurados.
Hay monedas de otros países, charolas, sables, candiles. Todo, al menos desde 2004, representa un costo en seguros de 20 mil dólares al año, según datos de la Cámara Alta.
En el cubo de la escalera principal de Xicoténcatl está otra de las obras de mayor valor del Senado. Es un óleo sobre masonite denominado Homenaje del Senado a Belisario Domínguez, del pintor Jorge González Camarena, el cual está valuado en 80 mil dólares.
En las escaleras que llevan al salón de plenos también hay pinturas de Venustiano Carranza y de Francisco I. Madero, valoradas en 6 mil dólares cada una, que son obras del artista Federico Ernesto González Santiago.
Pero así como hay objetos considerados obras de arte de 250 mil dólares, también hay decenas cuyo valor es realmente simbólico, pues el Senado los cataloga con un peso en su precio, entre ellos hay monedas que fueron obsequiadas por otros países como España, Kazajistán o Arabia Saudita, o un plato que les regaló el parlamento alemán o un escudo de madera de Irlanda del Norte.
Llaman la atención cinco carpetas con "expedientes manuscritos", aparentemente ubicados en la bodega de la Dirección General del Archivo Histórico y Memoria Legislativa, valorados en su conjunto en un total de 177 mil 500 dólares.