LOS ÁNGELES, EU (Reuters).- La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que otorga los Óscar, dijo ayer miércoles que expulsó a un miembro por dar a terceros cintas de video de filmes aspirantes a ser nominadas al trofeo, en violación de la política de la organización.
El miembro bajo investigación por quebrantar la norma es Carmine Caridi, un actor de 70 años de Los Ángeles, que ha tenido pequeñas intervenciones en dos de las películas de “El Padrino” y en series de televisión como “NYPD Blue”.
Caridi no pudo ser localizado para que comentara al respecto, y portavoces de la Academia no quisieron nombrarlo abiertamente como el miembro expulsado, citando una votación de la junta de la Academia para mantener la identidad de manera confidencial.
Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones han dicho que Caridi admitió haber enviado copias de cintas de video de las películas a Russell Sprague, el una vez electricista oriundo de Homewood, Illinois.
Sprague, de 51 años, fue arrestado y acusado de dos cargos de violación de la ley de derechos de autor de Estados Unidos por copiar las cintas, ponerlas en formato digital y distribuirlas en la Internet.
Dos estudios de cine, Sony Pictures Entertainment y Warner Bros., demandaron a Caridi, Sprague y diez personas anónimas, por violación de la ley de derechos de autor.
ORIGEN DEL PLEITO
Los Óscar son los máximos galardones de la industria cinematográfica de Estados Unidos y son entregados por la Academia de Hollywood, y los ganadores de este año serán anunciados el 29 de febrero.
La expulsión se deriva de una polémica “prohibición de screener”, instituida por los principales estudios de Hollywood el pasado otoño boreal para evitar que las películas que compiten por los Óscar sean copiadas y vendidas en el exterior y colocadas en la Internet.
La prohibición fue eventualmente revocada por un juez federal, pero a los miembros de la Academia se les pidió firmar un acuerdo que dice que si recibían una cinta “screener”, no permitirían que fuera reproducida, y ni siquiera saldría de su residencia u oficina.
Los miembros de la Academia que firmaron el acuerdo sabían que si violaban sus términos, podrían ser expulsados.