Descubrir los misterios que hay dentro de un túnel siempre resulta una aventura fascinante, llena de emoción. Más cuando alrededor de ese tunel se han labrado historias escalofriantes que se han convertido en leyendas.
Durante años, Durango ha sido conocido por esos famosos túneles que según cuenta la gente interconectan a la iglesia de Catedral con edificios como el Arzobispado, la Casa de Gobierno, la Plaza de Armas o la Casa del Conde de Súchil, ¿mito o realidad? es difícil saberlo.
Lo cierto es que desde el pasado 7 de julio la posibilidad de explorar una parte de esos túneles es posible con la apertura al público del Museo Túnel de Minería.
Este espacio bajo tierra, ha sido adecuado para la seguridad de sus visitantes, pero sobre todo, para ofrecer a los duranguenses un espacio dedicado al estudio, rescate y conservación del patrimonio minero del estado.
Tres etapas
El proyecto construído por el Ingeniero Gerardo Moreno Serrano se realizó en tres etapas:
La primera, consistió en la extracción de material y preparación del terreno; etapa que se realizó de septiembre a diciembre de 2010.
La segund etapa, la de construcción de plazas temáticas, se hizo en el periodo de noviembre de 2010 a mayo de 2011.
Finalmente la etapa de museografía se desarrolló de febrero a junio de 2011.
Estos túneles mineros son impredescibles, porque sin una meta o dirección propia, van arrancando de las entrañas de la tierra la riqueza mineral que guarda, persiguiendo sus vetas, siguiendo la riqueza mineral que guarda. Vasos comunicantes que hacen que la excavación se convierta en una maraña intrincada de galerías, pasadizos y socavones con profundos tiros que llevan a profundidades abismales.
Para enriquecer el conocimiento de los orígenes, de la historia local, a través de la recreación de una mina de plata se ha construído este museo y para hacer realidad la leyenda de los túneles.
La travesía
El recorrido comienza cuando desciendes los escalones que te llevan al inicio de este túnel. Ahí, un chaleco fosforescente y un casco te permiten transportarte a otro mundo.
Un par de fotografías antiguas del Cerro del Mercado y de la Mina de la Ojuela son el primer contacto con la historia. De ahí y con el calor que provoca estar un par de metros bajo tierra, los visitantes viven la historia de la minería a través del tiempo, de la mano de un guía que ofrece los datos más relevantes de este tour.
Desde las primeras expediciones en Zacatecas, hasta el descubrimiento de los primeros pueblos mineros, es posible conocer las herramientas rudimentarias con que trabajaban en estos espacios.
Esta aventura histórica se realiza en cuatro etapas: La época colonial, el siglo XIX, el Porfiriato y el siglo XX.
El resto de la historia la pone usted mismo. Si aún no se ha dado la oportunidad de palpar de cerca las historias que esconden estos túneles, descúbrala y envíe su opinión a [email protected].