Con motivo del primer centenario de su nacimiento, se llevó a cabo un homenaje para la actriz de talla internacional y orgullo de Durango, Dolores del Río, quien fuera una de las bellezas más grandes que ha dado la historia de México. Su presencia refinada, distinguida, de exquisita belleza, fueron cualidades que lograron captar la atención de todos los que la admiraron; así como por su gran talento para la actuación y la danza.
El homenaje se llevó a cabo en el monumento erigido a la actriz, ubicado en el bulevar Dolores del Río, a donde se dieron cita personalidades de la política, educación y cultura de Durango.
TIERRA DE SOL RESPLANDECIENTE
El evento se desarrolló de una manera muy sencilla y breve, el director de Cinematografía y Turismo del Estado de Durango, Héctor Carriedo Sáenz, fue el encargado de realizar la semblanza correspondiente sobre la actriz, donde resaltó el centenario de su natalicio, “esta tierra de resplandeciente sol y cielo ha visto nacer hombres y mujeres que con su arte o su pluma, con su ciencia o sus armas, con sus hechos y obras, han grabado su nombre con letras de oro en la memoria de la historia y la cultura”, dijo.
La consideró una hija predilecta de Durango, una mujer emblemática de personalidad descollante (que resaltó) y como una gran figura del cine internacional.
Informó que María Dolores Asúnsolo López Negrete nació un 3 de agosto de 1904, conocida mundialmente como Dolores del Río, “la enorme estrella de la tierra duranguense siempre la acompañó e iluminó sus derroteros, matizados por el éxito y el triunfo, ya sea en su larga trayectoria en la meca del cine internacional, en los dorados tiempos del cine mexicano, en los años de su labor filantrópica en aras de la equidad social y de género. Dolores del Río es mucho más que una diva y un icono del cine, si bien, son de sobra merecida todos los elogios que por su excelencia estética le dedican sus generosísimos admiradores de todo el mundo”, declaró.
EN PRO DEL ARTE Y LA CULTURA
Resaltó su activismo en pro del arte y la cultura nacional, “en los momentos cruciales de la construcción del México moderno e impulsó la Revolución Mexicana en contra de la oligarquía reaccionaria causante de la marginación, la discriminación de los criollos, de los que menos tienen”, comentó, de donde surgieron muchos personajes del cine mexicano.
Debido a ello, consideró, en Dolores del Río las paradojas se unieron, “lo mismo cosmopolita que autóctona, etérea que humana, sofisticada y sencilla, de linaje aristocrático, perteneciente a una de las familias más conservadoras del siglo XX”, declaró, para después comentar que la actriz impulsó el reencuentro de la mexicanidad y la formación de la conciencia del México posrevolucionario.
“Dolores del Río es perfección de forma y hondo contenido, reúne en su brillante personalidad belleza, refinamiento, inteligencia, carácter, benevolencia y amplia cultura. Su enorme trayectoria la ubica más allá del anecdotario de la farándula. No sólo un rostro excelso y un cuerpo hermoso, es una mujer nacida en Durango, que trasciende, se inmortaliza en la cúspide del cine internacional y centraliza en la esencia de la cultura mexicana”.
MÚSICA Y POESÍA
Al concluir con la participación del Director de Cinematografía y Turismo, la Banda de Música del Estado de Durango, que dirige Reynaldo Sierra, ejecutó la canción “Frenesí”.
La joven declamadora Glafira Herrera Ibarra, integrante del Taller de Arte “Korián”, declamó la poesía “Bugambilia”, que alguna vez el poeta Rodolfo Usigli escribiera especialmente para la diva del cine mexicano, Dolores del Río.
Para finalizar con el evento, las autoridades asistentes realizaron la colocación de una ofrenda floral en el monumento de la diva, por parte del municipio de Durango.
Las autoridades fueron despedidas por la Banda de Música al compás de las notas de “El corrido de Durango”, de José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”.
TRAYECTORIA
Orgullo de Durango
El nombre verdadero de la actriz era Dolores Asúnsolo López Negrete. Nació el 3 de agosto de 1904 en Durango; se casó cuando tenía 16 años con el escritor Jaime del Río. Debutó en la película "Joanna" (1925), a la que siguieron "Resurrección" (1927), "Ramona" (1928) y "Evangelina" (1929). Bajo la dirección de Raoul Walsh actuó en "El precio de la gloria" (1926), "Los amores de Carmen" (1927) y "La bailarina de ópera" (1928). Con Emilio "Indio" Fernández actuó en "Flor Silvestre" y "María Candelaria", en 1943, entre otras; con Ismael Rodríguez en "La cucaracha" (1958), y con John Ford en "El gran combate" (1964). Además, realizó un thriller de Welles y Foster: "Estambul" (1942) y actuó en los melodramas "La otra" (1946), de Roberto Gavaldón, y "Doña Perfecta" (1950), de Alejandro Galindo. Su última actuación fue en "Los hijos de Sánchez" (1968). Con los largometrajes "María Candelaria", "Las abandonadas" y "Bugambilia", Dolores del Río se convirtió en el prototipo de la belleza mexicana en el extranjero. La actriz de cine, teatro y televisión, cuyo nombre real era María Dolores Asúnsolo, falleció el 11 de abril de 1983 en Estados Unidos, sus restos fueron trasladados a México.
FILMOGRAFÍA
En México
Dentro del cine nacional realizó una diversidad de películas.
“La Cucaracha”
“Torero”
“Reportaje”
“Doña Perfecta”
“La malquerida”
“La otra”
“Bugambilia”
“Las abandonadas”
“María Candelaria”
“Flor Silvestre”
FUENTE: Agencias.
BRILLÓ
De belleza exquisita
La actriz Dolores del Río conquistó los corazones de muchos hombres que admiraron su belleza.
FUENTE: Agencias.