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Nudo gordiano

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Nudo gordiano

JESÚS MENA

Cuenta la leyenda que Alejandro Magno, al conquistar Frigia, con su espada cortó de tajo un nudo imposible de deshacer ya que sus puntas estaban al interior de éste. Se decía que quién pudiera deshacer el nudo conquistaría el mundo, cosa que Alejandro realizó, sometiendo todos los territorios a su paso.

El origen del problema con el magisterio es la construcción de acuerdos sociales e institucionales que nuestro sistema político privilegió a lo largo de todo el siglo XX. En un México donde se impuso la lógica de otorgar beneficios a ciertos sectores sociales (sindicatos, campesinos, etc.) a cambio de garantizar la gobernabilidad del país; cuestiones ahora vitales como la calidad de la educación ni siquiera eran un tema a discusión.

Sin embargo, los costos de esos arreglos los estamos pagando hoy. El complejo sistema de privilegios que se construyó durante décadas para ciertos sectores sociales es un costo innegable para todos los mexicanos. Las "conquistas laborales" entendidas como un resultado positivo de la lucha de clases son pagadas por todos y cada uno de los que contribuimos a la hacienda pública.

Los privilegios y prebendas a ciertos sectores a lo largo del tiempo se han constituido en un nudo gordiano, que a diferencia de Alejandro Magno, nuestro presidente no podrá deshacer de un golpe; en esa ocasión fue con una espada, ahora se intenta hacerlo a través de legislación. Las consecuencias sociales de estas medidas están ahí y ya obligaron a replantear el primer informe presidencial y a ocupar una sede alterna para que sesionara el Congreso de la Unión.

El punto central es que los cambios van a tardar tiempo en implementarse y más aún en dar resultados. No es posible pensar que en este sexenio podamos empezar siquiera a ver cambios significativos en cuestiones tan importantes como la calidad de la educación de nuestros niños y jóvenes, pero es preciso reconocer que es necesario comenzar los cambios a la brevedad, so pena de rezagarnos aún más en el concierto internacional.

Es claro que los maestros defienden los derechos que han adquirido por décadas, no hay ningún problema en comprender el origen de sus demandas. Desde ese lado de la ecuación se pueden entender todos sus componentes. El problema es el otro lado de la ecuación, la demanda de que un bien público como es la educación pueda detonar el desarrollo, tanto de las personas como del país.

Es aquí en donde yace el problema. El dinero público, el dinero con el que usted y yo contribuimos cada vez que paga impuestos sobre el la utilidad que obtiene o cuando compramos un artículo con impuesto al valor agregado (IVA), está mal utilizado al pagarles a maestros que no hacen bien su trabajo. Cualquier persona que no haga bien su trabajo puede ser despedida si hace incurrir en pérdidas a quién lo contrata. En el caso de la educación las pérdidas se magnifican porque tienen que ver con la viabilidad que tenemos a largo plazo como país. Esto último, ni más ni menos es lo que nos jugamos, lamentablemente, un siglo de arreglos corporativistas no podrá ser borrado por decreto, se necesitará tiempo e incentivos para que los maestros cambien su perspectiva acerca de todo lo que significa la reforma educativa.

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Escrito en: educación, sociales, todos, sectores

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