
Culpa Segob a Aguirre por la fuga de Abarca
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong culpó al ex-gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, de la fuga del ex-alcalde de Iguala, José Luis Abraca, pues le advirtió que lo vigilara “para que no se les fuera a ir”.
“Le comenté que lo vigilaran, cuidaran, que no se les fuera a ir, fue el comentario directo, preciso, que le pusiera doble vigilancia, dado que la responsabilidad se le veía.
“Hablamos del entonces presidente (municipal de Iguala) y el entonces secretario de seguridad. Era elemental dado lo que había ocurrido”, dijo Osorio Chong en entrevista con Grupo Imagen.
La orden, precisó, se la dio a Aguirre Rivero antes de que se diera a conocer que el ex-alcalde ordenó la desaparición de normalistas de Ayotzinapa.
Y deslindó de la fuga al gobierno federal al señalar que la vigilancia de Abarca era un asunto, “evidentemente, del fuero común y tenía que atenderlo en el estado de Guerrero”.
No fue la única declaración ayer contra Aguirre Rivero, separado de su cargo el sábado pasado.
Sidronio Casarrubias, líder de la organización criminal “Guerreros Unidos”, declaró ante la PGR que dicha asociación delictiva financió la campaña de Ángel Aguirre a la gubernatura de Guerrero.
María de los Ángeles Pineda Villa, esposa de José Luis Abarca, depuesto alcalde de Iguala, es la dirigente de dicha organización delictiva, y quien a su vez dio respaldo económico a Aguirre, de acuerdo con Casarrubias.
“María de los Ángeles Pineda Villa es la actual amante del gobernador del estado de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, y quien también fue financiado para su campaña por estas personas”, declaró Casarrubias ante la PGR, de acuerdo con una nota publicada por el periódico “Reforma”.
Pineda Villa pretendía suceder a su esposo como presidenta municipal de Iguala. En tanto, José Luis Abarca aportaba un estimado de cuatro millones de pesos mensuales a la organización criminal.
María de los Ángeles Pineda Villa es hermana de Mario y Alberto, de idénticos apellidos, quienes fueron asesinados en 2009 por traicionar a su jefe, Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”.
“Alrededor de 600 mil pesos, de la suma que Abarca entregaba como renta a los criminales, eran utilizados para pagar la nómina de los policías municipales de Iguala que les brindaban protección”, agrega la nota publicada por el diario.