7 de enero: Día negro para la Libertad de Expresión
El pasado 7 de enero dos hechos cimbraron al mundo del periodismo. La muerte de Julio Scherer García y el ataque terrorista al semanario francés Charlie Hebdo, ambos pegaron directo al corazón de la "Libertad de Expresión"
La muerte de "Don Julio" el periodista y escritor mexicano quien "Antes de doblegarse ante el autoritarismo de Luis Echeverría (...) abandonó Excélsior en el momento en que este era considerado uno de los grandes diarios del mundo.
Fundó Proceso, la convirtió en su trinchera y supo marcarla con un sentido profundo de justicia. Como periodista, el más grande vivo en México, a Julio Scherer no lo define una sino varias palabras: arrojo, desafío, honestidad, patriotismo, justicia, crítica, poder.
Su hija María aporta algunas más: dulzura, amor. Por un lado, admiración por un hombre que ha buscado apasionadamente justicia y verdad; por el otro, amor por aquel que la guio con ternura y buen ejemplo". (Letras Libres Octubre 2014)
Así se hablaba de "Don Julio" hace apenas tres meses, y se le clasificaba como el periodista más grande vivo en México y, hoy el ícono de la Libertad de Expresión mexicana nos ha dejado, como dijo Julio Hernández: "salió hoy en busca de una entrevista que tal vez no se publique. Sus lectores aguardaremos"
Mientras "Don Julio" se encontraba con Vicente Leñero, en París dos terroristas llegaron encapuchados hasta la redacción del semanario satírico y progresista Charlie Hebdo y asesinaron a quemarropa a 12 personas, la mayoría miembros de la redacción, incluido su director, Stéphane Charbonnier.
El asalto al semanario considerado como un símbolo de la libertad de prensa en Europa, se tradujo como ataque a la "Libertad de Expresión". Allá en aquel lejano país su Presidente no solo decretó de inmediato luto nacional, movilizó a sus fuerzas policiacas y hoy los autores materiales han pagado con su vida.
En México en los últimos 14 años se ha ejecutado a 79 periodistas, de otros ni siquiera sabemos cuál fue su destino. Y para el presidente de los mexicanos, no ha sido un tema que le quite el sueño. Es más, ni siquiera somos parte de su imaginario.
Y a los periodistas, creo que ya ni nos importa, tenemos tan escriturados nuestros derechos, que creemos que nuestra "Libertad de Expresión" está a salvo. Y cerramos los ojos para no ver la amenaza latente que se cierne sobre ella. Lo mismo da que sean políticos, gobernantes, criminales organizados o de cuello blanco, todos ellos bajo el amparo de la impunidad y, ahora también el terrorismo.
Este clima es peligroso y nos lleva fácilmente a la autocensura. En lugar de cerrar los ojos, prendamos focos de alerta.
Twitter: @GabyGallegosA
(*) La autora de este texto es Directora de la revista Contralíneas y de la Agencia Yancuic. Fue Premio Estatal Hermila Galindo Comunicación 450 y Premio Estatal de Periodismo Peproc 2011.