Tal parece que no tiene remedio la justicia mexicana
En una muestra más del claro ejercicio de justicia selectiva en México, este fin de semana el juzgado 16 de distrito en materia de procesos penales federales, con residencia en la Ciudad de México, sentenció a sólo once meses de prisión -los cuales ya casi cumple- a Rodrigo Vallejo Mora, hijo del exgobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, al encontrarlo culpable del sencillo delito de encubrimiento, ignorando otros delitos de mayor calado y tan sólo lo acusaron de no haber aportado información que llevara a la captura de los cabecillas del cártel Los Caballeros Templarios, principalmente de Servando Gómez Martínez, alias "la tuta", ahora preso en el penal del Altiplano.
De esta manera, pese a la sentencia condenatoria, el junior de Fausto Vallejo no volverá a pisar la cárcel, en la cual se mantuvo unos cuantos días tras su segunda aprehensión, pero actualmente enfrentaba el proceso en libertad al pagar una fianza que le permite, hasta hoy, sólo acudir al juzgado a firmar periódicamente, de manera por demás cómoda.
Al encontrarse en libertad bajo caución y a tan sólo unas semanas para que cumpla la sentencia de once meses y siete días decretada este viernes último, quedará absuelto de toda responsabilidad que aparentemente le involucraba con el crimen organizado en el estado de Michoacán, a diferencia de aquellos que siguen encarcelados sin esperanza alguna de obtener su libertad en el corto plazo.
Como se recordará, el hijo del exgobernador fue exhibido a través de dos videos en plenos acuerdos con Servando Gómez Martínez, departiendo en un ambiente de cordialidad, entre cervezas, contrariamente a lo expuesto por su padre, Fausto Vallejo, quien había asegurado que su vástago "fue obligado" a reunirse con el líder criminal.
En uno de los videos dados a conocer en red nacional, Rodrigo Vallejo le sugiere a "la tuta": "usted sólo asigne tareas"; sin embargo, para las autoridades no fue necesario seguir ninguna otra línea de investigación o indagar sobre posibles conexiones con el crimen organizado; tan sólo fue acusado de encubrimiento, un ilícito que apenas si amerita contratar algún buen despacho de abogados. Ni siquiera después de capturado Servando Gómez Martínez, alguna autoridad federal investigó algún posible nexo entre el cártel que lideraba y el famoso "Gerber". Nada pasó, como si le hubieran creído que, efectivamente, había sido forzado a encontrarse con uno de los delincuentes más dañinos para la sociedad mexicana.
Y mientras la justicia fue tan benévola con este junior de la política mexicana, conocido desde siempre por sus excesos, abusos y delitos cometidos al amparo de la sombra de su padre, permanecen otros casos en la injusticia, como los de José Manuel Mireles y Semeí Verdía, líderes de autodefensas de Michoacán que siguen formalmente presos por supuestos delitos graves, como robo, homicidio, así como el uso de armas de uso exclusivo del ejército y Fuerza Aérea mexicanos, cuando lo que realmente hicieron estos dos líderes fue defender a miles de familias michoacanas del azote criminal: secuestros, rapto y violación a niñas y jovencitas, despojo de propiedades, asesinatos y un sinfin de atrocidades que padecían los habitantes de ciudades y comunidades.
En uno y otro caso, aunque las autoridades federales y del estado de Michoacán reconocieron el esfuerzo de los líderes comunitarios, fueron luego capturados, en un acto de incongruencia, y acusados de delitos que, según testigos, fueron fabricados en su contra para hundirlos.
Se trata, entonces, de una aplicación contradictoria del sistema judicial mexicano: a los amigos y encubridores de líderes de los cárteles de las drogas es necesario responsabilizarlos de delitos menores y reducirles al mínimo sus faltas para que recobren su libertad; en cambio, a quienes enfrentan a los grandes criminales para garantizar seguridad a los suyos, luego del incumplimiento de todas las autoridades en este rubro, urge encarcelarlos e integrarles un grueso expediente para que sigan presos y no anden libres, porque seguirían enfrentando a los delincuentes organizados.
No es fácil justificar el papel de las autoridades judiciales cuando asoman estas resoluciones en casos tan ventilados; imaginemos entonces cuando se trata de casos reservados, poco conocidos por la ciudadanía.
COLMILLOS Y GARRAS
ESTÁ AUMENTANDO EL descontento entre los trabajadores sindicalizados del sector salud ante los constantes yerros de su secretario sindical, Guillermo Burciaga Alvarado, quien además se resiste a permitir el cauce del proceso de sucesión. El doctor Martín Rocha es quien, según dicen, garantiza la armonía en ese gremio...LUEGO DE TRES años y un mes de conflicto con la SCT, ejidatarios de Pueblo Nuevo aseguraron que, aunque sea parcialmente, ya le dieron solución a su caso, aunque no liberarán la caseta de cobro de Coscomate, hasta que les liquiden por completo el adeudo por sus tierras expropiadas...EN LO QUE va de este año, la Fiscalía General del Estado es la instancia que más recomendaciones ha recibido en materia de derechos humanos; han sido doce documentos emitidos por la Comisión Estatal de Derechos Humanos hacia esta dependencia.
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