Honor a quien honor merece

Uno de los orgullos de Durango dentro de la charrería, y leyenda viviente de los micrófonos, Cristóbal Hernández, participó en el III Seminario Nacional de Locutores, el cual se llevó a cabo en Zinacantepec, Estado de México.

El Siglo de Durango platicó con “Don Tóbal”, como es conocido en el mundo de la gente de a caballo.

Son algunos años los que Cristóbal Hernández tiene dentro de la locución y conducción y compartió sus inicios.

“Por el año de 1956 y 1957 agarré el micrófono. Hace más de cuatro décadas mis hermanos y yo formamos la primera asociación del Centro Norte de la República de Vaqueros tipo americano; ahí fue cuando agarré el micrófono por necesidad porque había que buscar a un conductor. Entonces, entre todos mis compañeros de Durango, quienes todos ya fallecieron, entonces me tocó y me gustó tanto que he recorrido toda la República Mexicana, Sudamérica y Estados Unidos, agradeciéndole siempre a Dios”, recordó Hernández.

Acción

Para poder ser locutor de un tema se tiene que conocer del tema y don Cristóbal conoce las faenas desde sus primeros años.

“Toda mi vida la gasté en estos menesteres. Le doy gracias a Dios por el milagro de mi vida, tal y como es, por haber nacido en la Hacienda de la Noria del Ojo. Mi madre me parió casi en los corrales, y mi padre siempre nos enseñó a trabajar, a mis hermanos y a un servidor, en las labores de a caballo”.

“Cuando estábamos pequeños, le ayudamos a mi padre, el maestro de todo lo que sabemos en trabajo de campo, porque teníamos la necesidad de ayudarle a mi papá y comenzamos con los becerritos de la vacas de leche y los potrillos y amansando caballos”.

Pasión

Cristóbal Hernández es un amante fiel de la charrería y no duda en compartir su experiencia.

“Como dice don Delfín Sánchez Juárez, ‘que no se acaben esa raza de los hombres de a caballo, o me acabe yo primero y no me toque llorarlos’, por eso quiero agradecer a todas las personas que apoyan este deporte en Durango, como lo es el Gobernador y el Presidente de la Federación Charra, quienes trajeron el Nacional Charro Infantil, Juvenil y Escaramuzas a Durango, para que este deporte siga en el corazón de todos nosotros”.

“La charrería, aparte de que es el deporte nacional por excelencia, es las costumbres del pueblo de México, porque éramos un pueblo de hombres de a caballo. Hace muchos años, en los archivos históricos existen los decretos de los virreyes, que decía ‘el indio, aun descendiendo de emperador, no podrá montar a caballo, bajo la pena de muerte’, pero como siempre ha existido gente buena interviene un fraile, Fray Sebastián de Aparicio, quien consigue la primera autorización para que los indios, criollos, mestizos montaran a caballo con silla montura y espuelas”,

“Con la monta de indios a caballo, quienes fueron repartidos en las haciendas que se estaban formando para los movimientos del ganado, y se aprovecharon las agilidades de los mestizos; de ahí es donde nacen las primeras faenas de la charrería”, compartió don Cristóbal

Premios

Don Cristóbal ya ha recibido el Micrófono de Oro, la Espuela de Plata y la Medalla de Oro de la Federación Mexicana de Charrería, logros que ha conseguido por su pasión y entrega.

“Acabé mi vida y fui el primer locutor seleccionado para conducir en el Congreso Nacional de Querétaro. Cuando terminamos el seminario hicieron una charrería y todos mis compañeros tomaron turno, pero cuando agarré el micrófono levanté a la gente con alegría, lo que les gustó mucho y me felicitaron, fue una gran satisfacción”, puntualizó Cristóbal Hernández.