Aunque los casos de violencia extrema se han reducido en Durango, ocasionalmente se dan sucesos que merman la atención que presta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En su Hospital General de Zona Número 1, por ejemplo, registran un hecho reciente en el que ingresó un comando armado hasta un quirófano para amenazar a un médico; y aunque no lo localizaron, el galeno que en ese momento realizaba una cirugía, decidió renunciar al Instituto.
El relato lo hace la propia directora del nosocomio, Velia Patricia Silva Delfín, quien explica que los presuntos delincuentes ingresaron armados con la intención de amenazar al especialista que en ese momento no se encontraba en el Hospital.
Aún así, conmocionaron a los presentes, dada la facilidad que encontraron para vulnerar la seguridad del sitio.
Eso, de paso, restó al IMSS un especialista más, una de las principales áreas en las que adolecen, según reconoce la servidora pública. "No tenemos de todas las especialidades y no están ocupadas las bases", declara, por lo que se encuentran en permanente búsqueda de ciertos perfiles.
Ejemplifica con los espacios para neurólogo, radioterapeuta y urólogo, mismos que están vacantes y en los que habría contratación a los interesados sin mayor problema. Sin embargo son especialistas escasos en Durango.
En el caso del área de neurología, explica, únicamente cuentan con uno, que no se da abasto con la necesidad general del Centro Médico; igual pasa en Angiología, donde solo un especialista atiende todos los casos.
Por si fuera poco, y aunque ofrecen las bases en todo el país, no han encontrado quien acepte trabajar en Durango en esos espacios.