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Esteban: el gran error del PRI

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Esteban: el gran error del PRI

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VÍCTOR MONTENEGRO

Luego de la derrota del pasado domingo 5 de junio, en el Partido Revolucionario Institucional de Durango aseguran que de manera urgente entrarán en una etapa de reflexión; de profunda autoevaluación al interior de su resquebrajada estructura y hasta cada uno de sus rincones medulares, para tratar de reconstruir una maquinaria otrora poderosa que por primera vez en muchos años, se desbieló.

En esta ocasión, contrario a lo que se hace comúnmente al buscar una falla de origen, hoy el problema es fácilmente detectable pues se encuentra a simple vista. Y es que la imposición de Esteban Villegas Villareal como candidato del tricolor a la gubernatura del Estado, representa analógicamente un pistón equivocado que pretendieron embonar en un motor ya de por sí desgastado y mal aceitado, por una división interna en el PRI y un desencanto social que se patentizaron con los resultados de la reciente elección local.

Los últimos doce años de gobiernos priistas serán recordados dentro de la historia política duranguense, como la etapa que llevó al Revolucionario Institucional al fracaso rotundo y que permitió la anhelada alternancia, debido a la obstinación de dos mandatarios por imponer un quimérico perfil que a toda costa quisieron vender como el idóneo, olvidando y desatendiendo así a la añeja militancia, de dónde provino un implacable voto de castigo.

Desde su inicio, la meteórica carrera de Villegas Villarreal no fue bien vista por un amplio sector del priismo de abolengo, mismo que se sintió menospreciado por el nuevo grupo que arribó al poder en 2004, encabezado por el ex gobernador y hoy senador, Ismael Alfredo Hernández Deras. Fue él precisamente quien le creó a Esteban su plataforma desde que le apoyó para que se lanzara como líder estudiantil y comenzara desde ahí con su posicionamiento; desde entonces se le prometió la alcaldía, aunque no le llegó sino hasta el actual agónico sexenio.

Villegas desde la FEUD sirvió a los intereses del grupo dominante, lo que le valió para hacerse de una diputación local pero no ocupó ni un mes esa curul, decepcionando al electorado que lo llevó al cargo para irse como dirigente de la CNOP; a partir de ahí, su precipitado ascenso fue despertando mayor inconformidad al interior del PRI y los grupos excluidos; después, su llegada al Comité Directivo Estatal, hizo estallar en cólera a personajes como José Ramírez Gamero, Ángel Sergio Guerrero Mier y Oscar García Barrón, entre muchos otros que cuestionaron su capacidad para llevar las riendas del partido.

Como dirigente estatal del PRI y coordinador de campaña en Durango, se le reconoció la votación que logró acumularle al entonces candidato a la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, con lo que los ánimos se atemperaron y le facilitaron su arribo al gabinete gubernamental como secretario de salud, donde se le perfiló para la alcaldía de la capital. Volvieron entonces las inconformidades y con ellas el fuego amigo, sin embargo se implementó una operación cicatriz que en apariencia funcionó, llevándolo así a ser presidente municipal.

Los acontecimientos previos al proceso de selección interna del tricolor fue otro desgastante episodio que minó el camino de Esteban. Finalmente llegó a ser candidato al gobierno del Estado pero apoyado sobre una endeble "unidad" partidista, para después arrancar su campaña con una estrategia sumamente confusa que prometía gobernar con un "nuevo proyecto", pero cargando sobre su espalda la pesada lápida de una continuidad que en doce años no tuvo a muchos duranguenses contentos.

Asimismo en el arranque de su campaña electoral, intentó posicionar ese slogan al referir que no mencionaría los nombres de ex gobernadores; sin embargo hizo alusión a que Durango había crecido en los últimos doce años, lo que seguramente no agradó a los ex mandatarios que antecedieron a los sexenios de Herrera Caldera y Hernández Deras.

Aunque es de reconocer su participación en los dos debates que organizó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, la equivocación de sus estrategas al recomendarle irrumpir en aquella entrevista de su contrincante le provocó un desastroso descenso en cuanto a los números que se tenían al interior de su partido; a partir de ahí, A Villegas le fue imposible remontar y sus errores se vinieron en cascada con los resultados que ya conocemos: Esteban perdió la elección y será recordado como la figura responsable del desplome del PRI en Durango.

EN LA BALANZA.- Inmejorable trampolín y escuela política del PRI habían sido las organizaciones estudiantiles hasta antes de la reciente elección; además de Esteban Villegas, de ellas emanaron incluso los dos últimos gobernadores priistas y muchos otros perfiles como el candidato a la alcaldía de Durango, Manuel Herrera Ruiz, quien también tuvo una derrota aplastante ante su contrincante, el doctor José Ramón Enríquez Herrera. Otro ex dirigente estudiantil es Gabriel Montes Escalier, quien sucumbió ante la candidata del PAN-PRD, Patricia Jiménez, en el distrito 01.

CERROS SECOS Y PELONES... Al PRI tendrá que llegar un grupo nuevo que remiende íntegramente las estructuras internas. La lagunera Leticia Herrera Ale fue la priista que obtuvo la votación más alta en todo el Estado, por lo que podría darse que alguien de aquella región tome las riendas de este partido político.

Twitter: @Vic_Montenegro

Escrito en: Contrapesos Esteban, muchos, candidato, campaña

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