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Los 65 cardenales que ya se encuentran en Roma para elegir al sucesor del Papa Juan Pablo II entre los que figura el mexicano Norberto Rivera, decidieron ayer en su primera reunión mantenida en la sala Bolonia, que el funeral del Pontífice será el viernes a las 10 de la mañana, hora local (3:00 a.m. de México) en la basílica de San Pedro.
Los cardenales acordaron que será Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio, quien presida la misa, a la que también asistirán todos los cardenales y los patriarcas de las iglesias orientales.
La jornada de ayer estuvo protagonizada por el trasladado del cadáver del Papa de la capilla Clementina al baldaquino de la Basílica de San Pedro, donde se instaló la capilla ardiente, entre cánticos y la invocación ora por eo , (ora por él).
Apenas unos metros de recorrido y una breve parada en la Escalera Regia, situada a pocos metros de la Puerta de Bronce, que permitió a miles de personas ver por primera vez el cadáver del Pontífice, entre lágrimas algunos y con un fuerte aplauso todos. El cuerpo del Papa, a hombros de 12 silleros pontificios, estuvo en todo momento acompañado por los cardenales de la curia, encabezados por el camarlengo Martínez Somalo. Además, le escoltaban miembros de la Guardia Suiza.
Más tarde los fieles entraron en el edificio para dar su último adiós a Juan Pablo II. Tras esperar más de 40 horas para tener el privilegio de ser los primeros, vieron por última vez el cuerpo del Santo Padre. Pero siempre sin pararse. En la entrada muchos depositaron en una mesa flores, rosarios, fotografías y mensajes de despedida al papa Wojtyla.
La capilla ardiente permaneció abierta hasta las dos de la mañana y a partir de las cinco para el "mantenimiento técnico del lugar", según informó el Vaticano. Y durante hoy y mañana sus puertas van a seguir abiertas para que más de un millón de personas según cálculos tengan la oportunidad de despedirse del Pontífice.
Los cardenales reunidos ayer también decidieron que el Papa será enterrado en Roma. En estos días se había especulado con la posibilidad de que hubiera dejado dicho en su testamento su deseo de ser sepultado en su patria: Polonia. Sin embargo, ante la falta de indicaciones su secretario persona Estanislao Dziwisz ha optado por elegir el Vaticano como lugar para que reposen sus restos. Aunque eso si, miembros de la congregación de Polonia traerán tierra de su país para que le acompañe en su tumba. El lugar elegido ha sido la que fue tumba de Juan XXIII "el Papa bueno", que fue trasladada a la Basílica en el año 2000 cuando Juan Pablo II lo proclamó beato. El sitio está muy cerca de la tumba del apóstol San Pedro.
A partir de ahora los cardenales se reunirán cada día hasta que se celebre el cónclave en el que se elegirá al sucesor de Juan Pablo II. En esas reuniones se van a tratar asuntos ordinarios de la Iglesia pero también se irá perfilando el nombre del nuevo papa. Asimismo, en los próximos días se conocerán más detalles de su testamento como quién será el cardenal in pectore. Aunque todo hace pensar que el elegido será el propio Dziwisz.
La fecha del inicio del cónclave no se ha decidido a la espera de que lleguen los 117 cardenales que participarán en él. La normativa del Vaticano establece que debe ser convocado no antes de 15 días ni después de 20 de la muerte del Papa.
Durante el cónclave los cardenales residirán en la Casa Santa Marta, situada a un par de kilómetros de la Capilla Sixtina, lugar donde se celebrarán las deliberaciones. Y durante todo el tiempo que dure tendrán prohibido hablar sobre las votaciones que se vayan celebrando para elegir al que será el próximo obispo de Roma.