Mala economía frenó renovación de unidades

Aunque los transportistas asumieron el compromiso de sustituir las unidades que se encuentran en mal estado, el entorno económico actual impidió tal renovación, afirmó el secretario del sindicato de la CTM, Javier Covarrubias Vázquez.

Al respecto, expuso que con la volatilidad del peso frente al dólar, se volvió prácticamente imposible renovar las unidades.

"Los vehículos se dispararon a precios fuera de nuestro control pero sí hay unidades nuevas, bastantes, pero que no cubren todavía la demanda de cada una de las rutas", indicó.

Expuso que por las calles principales ya circulan unidades nuevas aunque reconoció que también andan por la ciudad vehículos que no cumplen con los requerimientos; es el caso de los microbuses, los cuales ya están muy deteriorados.

"En la avenida 20 de Noviembre circulan unidades nuevas. La ruta más grande que tenemos que es la de los anaranjados que también trae camiones nuevos. Los rojos, amarillos, traen camiones nuevos. Todas las rutas, salvo los microbuses y lo reconozco: requieren de una transformación total que habremos de cumplir tan pronto como se estabilice la situación económica de nuestra gente", manifestó.

No especificó cuántas son las unidades que requieren una renovación urgente, pero estimó que 40 por ciento no están en óptimas condiciones. "Son pocas pero sabemos que es necesario que se cambien puesto que es el compromiso que tuvimos con el actual gobierno, hubo problemas que nos impidieron hacerlo pero hemos avanzado", mencionó.

COSTO AL ALZA

El año pasado un autobús nuevo costaba un millón 100 mil pesos, mientras que durante este 2016 se llega a comercializar hasta en un millón 400 mil pesos, refirió el entrevistado. Este incremento impidió que pudieran continuar con el plan de renovación de unidades.

"Sí aumentaron, y seguirán subiendo si la paridad de nuestra moneda comparada con el dólar sigue aumentando. Los costos van a subir no nada más en el precio de nuestras unidades sino en todo, desgraciadamente para manutención de nuestras familias y vehículos, todo es caro". expresó.

Y es que, el egreso que representa la adquisición de un autobús nuevo debe salir del ingreso que obtienen los transportistas, el cual sigue siendo el mismo desde hace ya varios años. "el ingreso es el mismo y el egreso aumenta, descontrolamos nuestra economía", enfatizó.

COMPROMISO PENDIENTE

Hace tres años, cuando se presentó un avance sobre el servicio del transporte público, con la finalidad de armar el Plan de Movilidad Urbana Sustentable, se habló de la necesidad de renovar unidades y equiparlas con tecnologías, tales como GPS.

Asimismo, se contempló la posibilidad de que los transportistas pudieran acceder a créditos del Gobierno Federal para la compra de las unidades, sin embargo, esto finalmente no se consolidó.

"Estaremos pendientes y si este gobierno no tuvo tiempo o no hubo manera de apoyarnos, le pediremos que nos apoye en ese aspecto el nuevo gobernador", concluyó Covarrubias Vázquez.