
Urgen a prohibir el matrimonio infantil
No hay razón que justifique el matrimonio de menores de edad, independientemente de que se trate de hombres o mujeres, pues dicha práctica termina por convertirse en una de las formas más comunes de abuso sexual y explotación.
Ante dichas circunstancias, los grupos parlamentarios de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), presentaron una iniciativa que promueve reformas y adiciones al Código Civil del Estado de Durango, con el objetivo de que queden prohibidos los matrimonios en los que se involucren menores de edad.
La UNICEF define al matrimonio infantil como la unión formal o informal en el que al menos uno de los cónyuges no posee la mayoría de edad, lo cual representa una violación de los derechos humanos.
Actualmente, hay 25 entidades en la República Mexicana en las que todavía se permite que menores entre 14 y 16 años contraigan matrimonio, Durango es una de ellas.
En este sentido, la diputada Mar Grecia Oliva Guerrero, expuso que en el caso de las niñas y adolescentes, los progenitores consienten estos matrimonios, la mayoría de las veces, por necesidades económicas.
En estos casos, el matrimonio se considera como un medio para proporcionar a sus hijas una tutela masculina, de protegerlas contra las agresiones sexuales, de evitar embarazos sin estar casadas, de alargar sus años de fecundidad o asegurar su obediencia en el hogar del marido.
"No es raro que en nuestro estado, como en otras entidades del país, el matrimonio infantil sea una respuesta a la miseria y al mismo tiempo una práctica perniciosa que mantiene a las familias atrapadas en un ciclo de pobreza", dijo.
Lamentó que todavía a estas alturas el matrimonio con una menor es frecuentemente arreglado por los padres, para recibir del esposo una dote o capitulación matrimonial que permita a la familia mejorar su condición social.
Esto sacrifica la libertad y el futuro de una mujer que puede tener 14 o 15 años, como el Código Civil actualmente lo permite, quien tendrá que abandonar sus estudios para integrarse de lleno a las labores domésticas.
Ella muy seguramente quedará embarazada a los 16 o 17 años y será una madre prematura, con mayores riesgos en el parto y repercusiones en su salud. Verá limitadas sus posibilidades de desarrollarse académica y profesionalmente, se volverá económicamente dependiente de su nuevo esposo, con quien mantendrá una relación de poder asimétrica.
Será más vulnerable y propensa a tener relaciones sexuales sin protección, incluso sin su consentimiento, tendrá mayores posibilidades de sufrir violencia familia y es poco probable que tenga voz propia en los asuntos domésticos o en los políticos.
Aumentaron embarazos en adolescentes de 2015 a 2016.
Ocupa Durango a nivel nacional en embarazos prematuros.