El apoyo a la niñez y sus familias con más necesidades es fundamental: Dr. Enríquez y Dra. Ana Beatriz González Carranza

Comprometidos totalmente con su municipio y las personas con más necesidades, el Alcalde capitalino, José Ramón Enríquez Herrera junto con la presidenta del DIF Municipal, Ana Beatriz González Carranza, refrendaron su apoyo a la niñez y a las familias que presentan más carencias en su forma de vida, en donde incluso algunos menores de edad abandonaban sus estudios para completar el gasto del hogar.

El clima frío de este jueves no fue un impedimento para la entrega de un apoyo económico para 120 menores de edad, que estaban en condición de calle y que gracias al trabajo del DIF Municipal, han sido retirados y se les ha brindado este beneficio para que continúen sus estudios, con el fin de tener una vida más digna.

Enríquez Herrera y González Carranza exhortaron a los padrinos acomprometerse con sus ahijados, que sigan los buenos ejemplos de la vida, que se esfuercen por ser alguien en la vida y que tengan la motivación de seguir adelante, esa es la noble labor que deben realizar para encaminarlos a que tengan un futuro más próspero, con mejores oportunidades en la ciudad de la calidad de vida.

Cada director del Municipio de Durango o funcionario de primer nivel se ha comprometido en apadrinar a uno de los menores que fueron retirados de la calle, con lo que se comprometen a estar al pendiente de ellos y su desarrollo en la escuela para que sean personas de bien, exitosas y con mejores oportunidades de vida.

Estrella Palma Díaz y José Manuel Quiñonez, son los ahijados del Presidente Municipal de Durango, José Ramón Enríquez Herrera, a quien les manda este mensaje: "Me van a tener cerca, cuando tengan un problema tendré oportunidad de escucharlos y ayudarlos, si son deportistas, tendrán aún más apoyo y les regalaré muchos libros para que se pongan a leer".

El coordinador general del programa PROMESA, Aram Chávez, destacó que gracias a esta política pública se han retirado a muchos niños que vendían periódico, dulces o cualquier otra cosa, exponiéndose al riesgo que conlleva estar en las calles y también es necesario retirarlos a tiempo antes de que se conviertan en delincuentes potenciales.