Cada palabra dicha por tus labios se vuelve mágica porque la dices tú
Puede ser la palabra "pan" o puede ser la palabra "televisión". Esas palabras, guijarros cotidianos, dichas por ti son gemas.
Si dices "tierra" la tierra se hace cielo.
Si dices "sombra" la sombra se hace luz.
Si dices "casa" la casa se convierte en paraíso.
En el silencio que con la noche viene procuro recordar las palabras que en el día dijiste. "Puerta". "Calle". "Mañana". "Prisa". "Qué". Entonces las voces de todos los días suenan a eterna música, y brillan en la oscuridad igual que estrellas.
Dime palabras, mujer.
Dame palabras.
Di, por ejemplo, "amor". Di "vida". "Di "sueño". O junta esas tres palabras y di "Dios".
Y cuando quieras hacer la caridad di la palabra de mi nombre y créame.
¡Hasta mañana!...