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Menores de Arriba en los días santos

LETRAS DURANGUEÑAS

Menores de Arriba en los días santos

Menores de Arriba en los días santos

ENRIQUE ARRIETA SILVA

Siguiendo la costumbre que ya tenemos implementada desde algunos ayeres, consistente en salir en Semana Santa a descansar y reflexionar en algún pueblo del Estado, cierta vez, no hace muchos ayeres, lo hicimos a Menores de Arriba (hoy José María Patoni), municipio de San Juan del Río. La siguiente es la crónica de aquella agradable incursión, que publico con motivo del arribo de la Semana Santa.

Menores de Arriba, se encuentra en las márgenes del río San Juan (Sanjuanero, lo llaman los lugareños) cuyas aguas hacen el milagro de convertir la aridez en tierras de riego y hace que Menores de Arriba sea el principal productor de chile en el Estado, en sus ricas variedades de chile piquín, chile guajillo y chile ancho, amén de buenos cultivos de cebolla, maíz y frijol. La yunta y el tronco quedaron atrás en las novelas costumbristas y en las canciones; se cultiva ahora con tractor.

Desafortunadamente, la cosecha de chile, se la llevan los coyotes a razón de 30 pesos el kilo de chile pasado.

Sin embargo la gente que no tiene la necesidad de vender de inmediato, la guarda y después la comercia en cien o ciento treinta pesos el kilo.

Sus habitantes dicen, que el chile de Menores de Arriba es más carnoso que el de Villa Unión. El chile temprano, se siembra a mediados de marzo y se cosecha en los últimos de junio o primeros de julio. El chile que llaman tardío, lo plantan en mayo y lo levantan en los últimos de julio o primeros de agosto.

El chile se seca al sol y no en secadora, lo que hace que no pierda su sabor y lo conserve para bien de los paladares de los que somos chileros.

Triste es decirlo, pero debido a los altos índices de migración que tiene nuestro Estado, la población de Menores de Arriba, como la mayoría de los pueblos de Durango, es una población de viejos, mujeres y niños.

Lo jóvenes, se fueron a hacerles los trabajos pesados a los gringos, ya no en busca del sueño americano, sino tan siquiera de un puñado de dólares que pueda satisfacer en algo las necesidades más apremiantes de sus familias. Por esa razón los bailes ya casi no se dan, sino allá de vez en cuando, al regreso de un paisano que tiene un bautizo, unos quince años o una boda.

Con el propósito de estar presente en sus principales festividades religiosas de Semana Santa, viajamos hasta Menores de Arriba, mi esposa Lety y yo, acompañados por el matrimonio amigo Juan Francisco Alvarado-Estela Hernández, siendo huéspedes del matrimonio ejemplar formado por Jesús Alvarado y Amelia Mancinas García, que

cuenta con el orgullo de 13 hijos, muchos nietos y algunos bisnietos. Una nieta, Francisca Edileth Díaz Alvarado, tuvo la satisfacción de ser Princesa en el 2003, de la Feria de la Nuez.

Partimos el jueves 5 de abril por la tarde y nos regresamos el sábado 7 después de comer chiles rellenos, nopalitos rojos, pescado de la presa vecina, chuales, frijoles y como postre migas con colación y queso.

Esta comida ya la quisiera Carlos Slim, con todo y ser el más rico del mundo, por cierto, que para vergüenza de nosotros los mexicanos.

Como en muchos pueblos de nuestro Estado, el sábado los hijos de Judas, roban algunos objetos de las casas, esto siempre y cuando el Juez de Cuartel lo permita. Los objetos robados los regresan el domingo en la mañana a cambio de una propina. Antes se practicaba lo que se llamaba rezo de Judas, que consistía en pasear en burro a Judas, casa por casa, y en cada una de ellas ir diciendo el rezo de Judas, compuesto de versos jocosos, a cambio de pan.

Desafortunadamente ya ha ido desapareciendo la tradición del testamento de Judas, que era muy divertida, pues consistía en que Judas nombraba en su testamento a personas muy conocidas de los pueblos dejándoles algo de manera muy divertida y haciéndolos blanco de ironías de manera fina y poética que se referían festivamente a sus características físicas o modo de conducirse. Con estos testamentos, de haberlos coleccionado, bien hubieran podido publicarse varios libros de poesía popular excelente.

Sin darnos baños de pueblo como los políticos buscadores del voto, participamos del Vía Crucis viviente, que es el Vía Crucis de todos los seres humanos, pues a todos se nos abre la gloria y todos cargamos con nuestra cruz. Cristo

al hacerse hombre padeció por nosotros y con nosotros.

Bajo un sol que alumbraba la religiosidad de todos, recorrimos las catorce estaciones, dando cuenta de ellas el joven Gerardo González, leyendo en un folleto color café oscuro. El camino lento y fervoroso, era acompañado por el canto plañidero o cardenche de las mujeres devotas del pueblo, llevando la voz cantante María Guadalupe Caldera: “Ya la cruz carga mi Nazareno/¡Hay de mis culpas! Son aquel peso”. “Y en sus Santas manos del Padre Eterno/Entrega su alma y el último aliento”. “Llega el soldado con cruel acero/Su costado abre que es feliz puerto” “De aquel madero su regio trono/Su cuerpo bajan todo desecho”.

Los actores que no buscan el aplauso ni la fama, sino solamente posesionarse con sinceridad y modestia del martirio y la gloria del Redentor, lo fueron: Naman Cedrick Vázquez Alvarado, en el papel de Cristo; María Guadalupe Salazar Ochoa, como María Magdalena; Alejandra Martínez Salazar, Elda Godoy, Janeth Godoy, en el papel de mujeres piadosas; Verónica Sifuentes Martínez, en el papel de Verónica; Manuel Hernández, como Simón Cirineo; Hugo Maldonado y Claudio Maldonado, como Dimas y Gestas; Juan Calderón, Jesús Ernesto González y Cristian Salazar como romanos.

¡Dios salve a Menores de Arriba! En una palabra: ¡Dios salve a Durango!

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS chile, Menores, Judas,, Arriba

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