La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte inició ayer en Washington con un sorprendente contraste entre las declaraciones iniciales de los tres representantes de los países protagonistas del acuerdo.
El representante comercial de Estados Unidos y líder de la delegación estadounidense en el diálogo para la modernización del TLCAN, Robert Lighthizer, destacó que este miércoles fue un "día histórico" para EU, porque por primera vez va a "empezar a negociar un gran acuerdo comercial" que, aseguró, "ha fallado" a millones de sus conciudadanos.
"Los políticos estadounidenses han estado prometiendo renegociar el TLCAN durante años, pero hoy el presidente Trump va a cumplir esas promesas", dijo Lighthizer en su discurso inicial, en un diálogo que se alargará hasta el domingo en Washington.
Por su parte, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, reconoció la diferencia de visiones con Estados Unidos sobre el impacto del TLCAN y dejó claro que las revisiones de sus capítulos deben darse bajo la lógica de la expansión del comercio y la certidumbre a inversionistas.
Guajardo señaló que México está dispuesto a analizar asuntos como la balanza comercial sólo si está en la lógica de la expasion del comercio.
El secretario mexicano dejó claro que para que "sea exitoso", el nuevo TLCAN "tiene que funcionar para todas las partes involucradas, de otro modo no es un acuerdo".
En la misma línea, se expresó la ministra canadiense Chrystia Freeland, al afirmar que su país "no ve los déficit o superávit como una medida fundamental" para ver si una relación comercial funciona.
"No concebimos el comercio como un juego de suma cero", agregó Freeland.