El altruismo y la miseria humana, tarde o temprano se demuestran
La solidaridad de los mexicanos de buena voluntad está a prueba de todo, vimos a los topos rescatistas, y miles de personas voluntarias apoyando en una desgracia que desafortunadamente causó estragos en algunos estados del país, muchísima gente apoyó sin ningún interés, viendo por sus hermanos mexicanos, el apoyo de especialistas extranjeros tampoco se hizo esperar, esa fue muy buena noticia.
Después de la tragedia vimos a miles de personas luchando por salvar vidas, muchas de ellas que apenas les alcanza para su mantenimiento, pero que a la hora de apoyar a sus hermanos mexicanos estuvieron puestos y listos. Desafortunadamente también está el otro lado: la oscuridad de gente inescrupulosa, de gente que no tiene vergüenza, de gente que no tiene madre, de personas que se aprovechan del pueblo para otros fines; además, no han faltado los ruines que asaltan a la gente damnificada, vestidos de falsos inspectores de protección civil entran a las casas, supuestamente para revisar la estructura de la edificación, y los roban, eso es no tener madre.
Y que podemos decir de políticos que aprovechen la circunstancia, no para servirle al pueblo que tanto juraron y perjuraron ayudar tanto en campaña como en su toma de protesta, sino para aprovecharse de la necesidad de la gente en estos malos momentos por los que están pasando. Podemos mencionar muchísimos políticos que están aprovechando esta situación, basta hablar del aun gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien guardó despensas para, probablemente poder iniciar alguna campaña electoral, en la cual de seguro será parte, pero no tiene vergüenza y se aprovecha de que la gente coopera de buena voluntad para sus hermanos damnificados y, políticos sin escrúpulos como el mencionado, se quedan con buena parte de ese material.
Ya lo habíamos comentado en esta mismo espacio, hace algunas semanas, el ejemplo clarísimo del ex delegado de Sedesol en Durango, Javier Hernández Flores a quien se le descubrió una bodega llena de materiales que debieron ser entregados a la gente que realmente lo necesitara ¿cuántos Javier Hernández Flores habrá en el país?.
Por otro lado, las grandes empresas que anuncian con bombo y platillo el apoyo de un peso por otro peso para los hermanos damnificados sí, pero ¿qué significa esto? que mucha gente va a cooperar un peso y la empresa efectivamente va cooperar otro peso, pero la empresa va a deducir vía impuestos 2 pesos, el que coopera el ciudadano y el que coopera la empresa, y quien aprovecha la situación es la empresa llámese como se llame, aunque por supuesto, peor es nada, y si esto sirve para mitigar la necesidad de hermanos mexicanos hay que hacerlo, aunque la buena voluntad desinteresada de los grandes consorcios no es de gratis.
¿Y dónde quedan los constructores desalmados, sin escrúpulos que dieron rienda suelta a la voracidad de ganar más pesos a cambio de edificaciones sin garantías de fortaleza, sobre todo en las zonas sísmicas?, y estos aunados a las autoridades que mediante un moche se hacen de la vista gorda y entregan los permisos; pero, sin duda sucederá ¨que quien la hace la paga y la va pagar muy caro¨.
. . . puede ser que sí, puede ser que no, lo más seguro es que quién sabe, pero. . . ¿cuál será el truco de las propuestas que supuestamente están haciendo algunos partidos políticos para que se donen parte de sus prerrogativas a favor de los damnificados?, ¿acaso demagogia y oportunismo político? o ¿de repente los buenos corazones brotaron por doquier?
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