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Santuario de los Remedios, una tradición

“Santuario de Nuestra Señora de los Remedios”, título de la conferencia impartida por Benjamín Torres Vargas, dentro de las Charlas Culturales que cada miércoles se efectúan en el Salón Audiovisual del Museo Regional de Durango-UJED “Lic. Ángel Rodríguez Solórzano”, organizadas por el Voluntariado Cultural de Durango e Instituto Municipal del Arte y la Cultura.

Durante la charla, Torres Vargas mencionó que la imagen de la Virgen de los Remedios fue traída, probablemente, por españoles que llegaron al Valle del Guadiana en afán de conquista.

Comentó que tal vez el Cerrito de los Remedios fue un oratorio a alguna deidad prehispánica, tal y como se ha visto en otras partes de la República y donde también se ha construido un templo.

“La Virgen de los Remedios fue la patrona de los ejércitos españoles, al igual que el apóstol Santiago, sin embargo, en Durango, la tradición nos cuenta que la imagen se sacaba en procesión desde el lugar donde está normalmente hasta la Catedral, cuando los fenómenos del clima castigaban al campo duranguense con prologadas sequías que provocaban desastres en el abasto alimentario de los citadinos”, dijo el conferenciante.

Ignoró la fecha de su construcción, declaró que se conocen documentos que hablan acerca que para el año de 1644 ya estaba la venerada imagen de la Virgen de Los Remedios en la ciudad y para el año 1700 los indios de Analco estaban fundando una cofradía para su protección, al igual que sucedió en otras partes de lo que fue el extenso territorio de la Nueva Vizcaya.

Cuando en la ciudad ya se habían casi concluido los trabajos de las fracciones en la Catedral y el Santuario de la Virgen de Guadalupe, entonces se comenzó a reedificar la ermita de Los Remedios, ubicada sobre el cerro del mismo nombre, aunque más datos al respecto existen en los documentos que componen la Crónica de la Provincia de San Francisco de Zacatecas, la cual escribió José Arlegui.

El Templo del Santuario de la Virgen de los Remedios desde hace tiempo ya no es el único edificio que se encuentra sobre el cerro del mismo nombre y durante siglos fue el guardián de la ciudad, el cual era visible desde cualquier punto del Valle del Guadiana –una manchita blanca sobre el cerro- y que se percibía al arribo de la ciudad, como debió ser cuando los fatigados viajeros por el camino real llegaban a Navacoyán, que era la última etapa para llegar a la callada ciudad de Durango. “Hoy, rodeado de construcciones casi se confunde con ellas y ha dejado de ser la imagen que siempre fue, aunque sigue siendo parte de la identidad de la ciudad, tanto por lo que representa para católicos como por su riqueza arquitectónica y tradicional”, concluyó Torres Vargas.

Escrito en: Virgen, Remedios, imagen, Santuario

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