¿Y las promesas de mejorar la seguridad?

El problema de la seguridad pública sigue siendo un pesar para las autoridades municipales. Y seamos honestos, el problema que se tiene ahorita no es ni parecido a lo que estábamos viviendo todavía hace seis años cuando los duranguenses no salíamos por las noches, cuando la vida nocturna estaba muy reprimida. Hoy el problema de inseguridad pasa más por percepción de quienes se han visto afectados por atracos o robos.

Hace unos años cualquier duranguense expresaba o hablaba de la inseguridad del estado y de la ciudad; muchos preferían no salir de casa por las noches y si lo hacían dejaban en casa a familiares con el "Jesús en la boca" y bajando todos los santos del cielo para que el hijo, hermano o padre regresará a casa con bien. Hace unos años había mucha gente en las noches orando para que no pasara nada y que Dios les permitiera a sus familiares o conocidos no pasar o cruzar con gente mala.

Hoy las cosas son diferentes. Quienes hablan de inseguridad no es la totalidad de los duranguenses como hace unos años atrás, quienes hablan de inseguridad seguramente han sido víctimas de un atraco o tienen familiares cercanos que han sido afectados con un robo.

Y es que hace unos años hasta los ladrones no trabajaban mucho porque también temían a la inseguridad de la delincuencia organizada, hoy los ladrones salen a delinquir con la seguridad de que nadie los va a detener y de que hasta parece que tienen convenio con la policía porque roban y roban y vuelven a robar y no hay quien les ponga el alto.

De acuerdo a las estadísticas que se tienen en los primeros nueve meses del año, es decir hasta el cierre de septiembre, más de dos mil 500 atracos denunciados, esto significa un promedio de nueve asaltos por día.

Para algunos pueden ser pocos en una ciudad de casi 700 u 800 mil habitantes. Para otros es un número elevado, sin embargo, no todos los robos son denunciados y sin duda alguna son muchos más los robos no denunciados, aquellos en donde los afectados prefieren no acudir a denunciar, porque siguen sin tenerle confianza a las instituciones policiacas porque saben que a los ladrones no los van a detener y entonces van a perder su tiempo si van a denunciar.

Pero no sólo eso, muchos temen que al presentar denuncia, los amantes de lo ajeno se quieran desquitar y los vuelvan a visitar. Entonces la gran mayoría de los afectados por los amantes de lo ajeno no denuncian.

Este es el problema que tenemos hoy en día. El elevado número de robos, porque hoy los ladrones ya no le temen a nada, como sí temían hace unos años, pero no a la policía sino a la delincuencia organizada.

Hoy los ladrones saben que no los van a detener y si los detienen basta con regresar lo robado y no pasa nada, no pisarán la cárcel; primero: porque las leyes están hechas para que los ladrones no pisen la prisión y, segundo: porque las autoridades policíacas no van a hacer nada para detener este problema.

Pero el problema es que si las autoridades municipales, que han "cacaraqueado" programas de patrullaje policiaco, que han presumido el famoso "botón de pánico", los drenes policiacos, y tantos programas más anunciados desde el inicio del año, y todo parece que de éstos anuncios no hay nada de resultados y que el problema de robos sigue aumentando y a pesar de los anuncios, no hay resultados y lo peor es que se acerca una temporada que es muy esperada por los amantes de lo ajeno.

Twitter: @6saulmaldonado9